En un sueño de palabras...

Zoóngoro, bailongo: el canto y el encanto

10 may 2010
Una caja de música y una puerta del encanto es este libro de Zenén Zeferino Huervo, con ilustraciones de Julio Torres Lara y editado por El Naranjo.

   Dice el autor que cuando era niño...

"en el sur de Veracruz, los cuentos del tío coyote y el tío conejo y las historias de los chaneques y demás seres fantásticos que recorren, hasta nuestros días, los montes de mi región, alegraban mi mundo".

   Pues Zenén Zeferino Huervo y Julio Torres Lara nos alegran el mundo con este libro que no deja de sonar y de cantarnos con sus imágenes en las manos, mientras vamos pisando los caminos de luz de la fábula e ingresando a ese mundo encantado donde los animales hablan, y cantan y se encantan al convertirse en instrumentos musicales gracias a la magia ancestral del viejo cedro Cidronio.

   Huele a maderas el libro y a hierba fresca y sobre él zumban los mosquitos.Vale la pena que nos pique el chaquiste si ya aprendimos que así se llama el diminuto feroz veracruzano que vive a la orilla del mar y que con Chalío como nombre de pila, al traspasar el tronco del viejo árbol se hace jarana muy pequeñita, y a puro zapateado tipográfico nos invita a bailar el fandango:

Todos me dicen que soy chaquiste,
que soy juguete por mi figura.
Ni soy un chiste ni soy juguete.
Yo soy la esencia de la cultura.

   Construido a la manera de las narraciones tradicionales que enseñan a los niños los orígenes míticos -y poéticos- de las cosas, (y con esto comunican verdades profundas) Zoóngoro, bailongo hace tomar conciencia de la fragilidad de la naturaleza ante la contaminación y del riesgo muy real de perder nuestros más entrañables paraísos. Como en los viejos mitos de Mesoamérica, las criaturas están dispuestas a "sacrificarse", a renunciar a ser lo que eran y convertirse en elementos que mantengan al mundo en la existencia.

   Transformados en instrumentos musicales, los animales de esta fábula contribuyen a salvar su mundo encantado y sus fragantes palabras.

La guitarra jabalina
canta sones de un lugar,
que baila en una tarima
cerca de un jarocho mar.
  
   En la tradición de Ediciones El Naranjo, la ilustración de este libro es puro gozo del color que en la fantasía del pincel de Julio Torres Lara recrea el universo natural y mítico del estado de Veracruz. Son poderosos personajes de cuento los que estas imágenes entregan. Su peculiar manejo del volumen nos remite a vuelta de las páginas a la tercera dimensión. Su mirada pictórica aprehende y entrega la concavidad de la guitarra, la textura rugosa del armadillo, la grave ligereza de la pluma del buitre. Si las palabras de Zenén encantan, las imágenes de Julio bailan. 
   Y cantan. 
   Y simplemente, nos encantan.

Zoóngoro, bailongo
Zenén Zeferino Huervo
Il. Julio Torres Lara
Ediciones El Naranjo
México, 2009

Ilustraciones: web de Ediciones El Naranjo