En un sueño de palabras...

La instrucción filosófica requiere Filosofía, no una simulación: Raymundo Morado Estrada

30 may 2009





Documento expuesto por el Dr. Raymundo Morado Estrada, a nombre del Observatorio Filosófico de México en la XX Reunión del Consejo Nacional de Autoridades Educativas (CONAEDU) Capítulo Educación Media Superior y la ANUIES en la sesión del 22 de mayo de 2009, Ciudad de México





México, D.F., 22 de mayo de 2009.


Dr. Miguel Székely Pardo, Subsecretario de Educación Media Superior de la Secretaría de Educación Pública,

Distinguidos miembros de la CONAEDU,

Asistentes a la XX Reunión del Consejo Nacional de Autoridades Educativas (CONAEDU) capítulo Educación Media Superior (EMS),


Buenos días.

Ustedes tienen dos problemas: uno apremiante y uno sustancial. El apremiante es la percepción, justificada o no, de que la Reforma Integral de la Educación Media Superior (RIEMS) desconoce o, peor aún, rechaza el papel de las humanidades dentro del bachillerato. Es un problema especialmente frustrante si consideramos que varias competencias buscadas en la formación de nuestros estudiantes son de una naturaleza filosófica. Pero no lo son explícitamente y eso conlleva el enorme riesgo, en el que desafortunadamente algunos subsistemas ya han caído, de no aprovechar los instrumentos adecuados para la consecución de las metas que la Reforma plantea.[i]

De las seis exigencias o metas para las que la RIEMS cree que sirve el bachillerato, al menos cinco son enfrentadas mejor mediante la enseñanza de la filosofía. Las seis exigencias son:

  1. –Desenvolverse satisfactoriamente en contextos plurales
  2. –Hacer frente al cada vez más amplio universo de información a su disposición
  3. –Mantener una actitud crítica ante el mundo que los rodea
  4. –Desarrollar soluciones a problemas complejos
  5. –Actuar de manera reflexiva y responsable
  6. –Actualizarse de manera continua

Al proponer enfrentar estas exigencias, la RIEMS está implícitamente diciendo “Sería útil enseñar filosofía en la EMS”.[ii]

La falsa percepción de que la RIEMS excluye a la filosofía es doblemente dañina porque no solamente no la excluye sino que la precisa. Ese es un problema apremiante y los felicitamos por atajar esa percepción dejando en claro que la falta de mención explícita del Campo Disciplinario de las Humanidades en general y de las Disciplinas Filosóficas en particular no obedecía a un deseo de eliminarlas. Pero ese es solamente el problema apremiante.

Reconocer una enfermedad no es curarla. El que ustedes reconozcan explícitamente a la filosofía no resuelve sus problemas, pero un buen diagnóstico ayuda a encontrar la solución. Si la Reforma está pidiendo que los alumnos desarrollen las habilidades típicamente filosóficas, que incluyen razonar críticamente, reflexionar, tener una escala de valores, tomar decisiones, saber discutir y argumentar, si ese es el objetivo que perseguimos con la educación, entonces no es difícil ver cuál es la solución. La mejor manera de desarrollar habilidades de índole filosófico es ejercitando la capacidad discursiva precisamente con filosofía. [iii]

Una verdadera instrucción filosófica requiere verdaderos cursos de Filosofía, no una simulación en la que se les dan a los subsistemas gatos por liebre y a los alumnos una falsa instrucción. Se requieren asignaturas en las que desde el título y los temas, pasando por los contenidos y la metodología sean realmente filosóficos.[iv]

Para resolver el problema a largo plazo y no solamente simular que lo resolvemos, hay que evitar pensar que una clase de Ética o Axiología pueda ser reemplazada por una de Educación Ciudadana o Civismo. No podemos pretender que una Introducción a la Filosofía pueda ser reemplazada por Estructuras Socioeconómicas de México. No debemos creer que una clase de Lógica pueda ser sustituida por un curso de Comprensión de Lectura. Hay que tener muy claro cuáles son los instrumentos necesarios para cada trabajo. [v]

Por supuesto, la comunidad filosófica de México está dispuesta a colaborar en la clasificación y nomenclatura de las asignaturas filosóficas así como en la verificación de que los temas, contenidos y metodología son apropiados para las metas perseguidas.

Las buenas noticias son que estas asignaturas ya están presentes en los planes de estudio de muchos subsistemas de EMS. Las malas noticias son que tener asignaturas correctas y buenos programas no es suficiente mientras tengamos profesores sin el apoyo y la preparación necesarios para impartir correctamente su clase. Todos los buenos planes del mundo no fructificarán si nuestro apoyo no llega hasta las aulas.

Han contratado carpinteros para hacer sus trabajos de plomería. Es decir, han puesto a dar Lógica a abogados y médicos, han puesto a dar Filosofía a literatos o químicos, han puesto a dar Ética a ingenieros o matemáticos. Es gente que trata de hacer su trabajo lo mejor posible pero que si no ha recibido la preparación necesaria, más que fomentar el desarrollo de esas capacidades, logra vacunar a los alumnos en contra de ellas. Tenemos profesores de lógica cuyos conocimientos llega apenas a la escolástica tardía. O que aprenden a la carrera y por su cuenta en libros de texto escritos por otros profesores en situaciones no mucho mejores.

No les decimos nada nuevo. Pero el fondo del problema es la falta de conciencia de cuáles son las herramientas correctas. No envíen a una persona sin entrenamiento filosófico a promover capacidades generales o disciplinares que son de índole filosófica. Ustedes no mandarían a un plomero a componer un televisor. Aunque el televisor tiene corrientes, fluidos, conductos, se requieren conocimientos especializados para componerlo. Aunque otras disciplinas hablan de pensamiento argumentado, análisis crítico o desarrollo de valores, estas capacidades no servirán plenamente fuera del marco de una discusión especializada sobre los aspectos problemáticos de nuestras decisiones, los matices sutiles de nuestros objetivos, la argumentación profunda sobre nuestros valores. [vi]

Los subsistemas están tratando de producir las competencias que la Reforma propone. En la medida en que esas competencias son esencialmente filosóficas, requerimos educadores con una buena formación filosófica. Eso exige el diseño de programas de apoyo, diplomados, talleres, apoyos para titulación, etc., en la docencia filosófica. Es terrible que un alumno quede vacunado contra la historia o la matemática innecesariamente por el hecho de que sus profesores no tuvieron el respaldo necesario para prepararse. Las buenas políticas educativas, como ustedes bien saben, tratan de sentar las bases para el trabajo futuro.[vii]

Los profesores de filosofía bien entrenados en esta disciplina son los mejores aliados de los subsistemas para conseguir las metas filosóficas explícitamente propuestas por la Reforma Integral del bachillerato. En última instancia, esas metas demandan el educar a un pueblo para el cual la filosofía tenga un significado en su vida práctica.

En breve, habrá mejores probabilidades de desarrollar competencias de tipo filosófico sólo mediante una educación filosófica. El OFM puede ofrecer mostrar cómo ayuda la filosofía en estas tareas.

Pero una verdadera educación filosófica sólo se puede obtener a través de verdaderas asignaturas filosóficas. Es decir, con título, temas, contenidos y metodologías estrictamente filosóficos. El OFM puede ofrecerles el dictamen de especialistas sobre qué tan apropiado son esos elementos.

Y la única persona que puede enseñar una asignatura filosófica es alguien con formación filosófica. Eso requiere de programas de formación. El OFM ofrece su colaboración para apoyar la profesionalización del personal docente.[viii]

El OFM, como su nombre lo indica tiene la misión de recopilar información de lo que ustedes hacen o planean y ponerla al alcance de la comunidad filosófica del país. Podemos observar y reportar, incluso sugerir. Afortunadamente, la información puede fluir hacia ambos lados. Además de informar a nuestra comunidad podemos pasar a ustedes la información que la comunidad pueda ofrecerles, incluyendo las sugerencias de especialistas. Podemos, por ejemplo, clarificar la dimensión filosófica de las diferentes competencias y su relación con el Campo Disciplinario de las Humanidades. El OFM puede colaborar en el refinamiento del perfil mínimo para el docente de asignaturas filosóficas concretas. Podemos apoyar a las asociaciones dentro del OFM para que organicen Foros de Análisis sobre cómo puede la filosofía ayudar a la educación en el bachillerato, cuál es su papel y qué puede ofrecer a los estudiantes. Y reportar los resultados de esos foros y los consensos de la comunidad de especialistas a ustedes para que puedan tomar mejores decisiones sobre desarrollo curricular.

Para resumir, el OFM los felicita por haber reducido el problema de la presencia meramente implícita de los objetivos filosóficos de la RIEMS y les ofrece nuestro apoyo para la formación de profesores que puedan impartir verdaderas asignaturas filosóficas con las cuales pueda haber una verdadera instrucción filosófica que produzca en nuestros alumnos las competencias de corte filosófico propuestas por la Reforma.

Alguien ha dicho que lo que más quiere un artista es la oportunidad de expresarse. Nosotros hemos visto que lo que desean los profesores de filosofía en este país es, sí el reconocimiento social, sí mejores condiciones de trabajo, pero sobre todo la oportunidad de hacer el trabajo bien. En eso todos saldremos beneficiados.

Muchas gracias.

Raymundo Morado Estrada

Observatorio Filosófico de México