En un sueño de palabras...

"Estas palabras hay que oírlas, no leerlas": Ana María Rivera

16 dic 2009


La actriz Ana María Rivera y el músico Alejandro Díaz, ambos colombianos, han armado un excelente espectáculo sobre textos de Borges llamado "Luna de enfrente".
Recientemente lo presentaron en Buenos Aires.
La escritora, periodista y profesora Alejandra Crespín Argarañaz realiza a ambos artistas una inteligente entrevista en la que Ana María Rivera destaca los aspectos de la oralidad, la memoria, la sintaxis y el convertir en propio el pensamiento del poeta al no solamente leer su texto, sino decirlo.

Fuente: Pedro Menárdez, el Citador de Borges.
Blog de Marcelo Suárez De Luna.

Varios puntos en la trama han levantado Pedro Menárdez, Ana María y Alejandro.
La aproximación intuitiva y onírica de este último cuando afirma haber tenido sueños y un conocimiento místico de la materia poética del montaje. Aquel verso de Borges: "por la música, misteriosa forma del tiempo" En virtud de esta forma misteriosa puede establecerse en este montaje teatral un puente con el pensamiento de Borges.
Ana María habla del "otro", de "poseer ese pensamiento" de apropiarse de la sintaxis de Borges y por eso puede afirmar cada palabra de Borges con la plenitud de quien las ha hecho suyas: "Estas palabras hay que oírlas, no leerlas", dice Ana María y dice Borges y detrás de Borges, Shakespeare y detrás Apiano, Dión Casio, Plutarco y Suetonio... quien recoge la expresión de César dicha en griego (kai esu, téknon) pero afirma en otro sitio que no dijo nada, tan sólo suspiró. Que "todo lo demás fue silencio", por decirlo también con palabras apropiadas, con el pensamiento apropiado de ese otro llamado Shakespeare.
Pero, y nos han convencido Suetonio, y Plutarco y Shakespeare y Borges del "tú también, hijo mío" , porque todos ellos a lo largo de sus diecinueve siglos -que ahora ya son veinte- se apoderaron del pensamiento del "otro", en este caso, de César, expresado a través de un suspiro,(en más de un sentido música del cuerpo) en esa mañana de los idus de marzo del 44 a.C.