
El espacio de la escritora y blogger argentina Susana Peiró, La Cueva de Susana, es de una riqueza deslumbrante. Ha concentrado ahí un encuentro de existencias, a través de las muy originales semblanzas que realiza de vidas de mujeres, a las que acompaña por lo general un archivo de sonido con una grabación hecha por la misma Susana que convierte la experiencia lectora en algo que deja honda huella.
Afortunada de mí, uve el honor de colaborar con Susana en este gozo creativo. La Última Palabra es un artículo que Susana Peiró publicó en julio 2008 y que versa sobre la desaparición del nushu, un idioma utilizado esclusivamente por mujeres, al morir su última portadora, Yan Huanyi.
Sobre la magnífica grabación de Susana tuve la oportunidad de hacer llegar imágenes tomadas de la Red y de acariciar -como dice ella- el hermoso rostro de la anciana Yan Huanyi, texto él mismo, ojos, arrugas, delicada piel elocuentes y evocadores como las palabras de un hermoso lenguaje desaparecido.
Lenguaje desaparecido que, gracias a la voz de Susana Peiró, deja escuchar a través de la Red toda la fuerza, la invocación y la promesa de La Última Palabra.
2 comentarios:
Muchas Gracias guapa!!!
¿Sabés? Nunca se me ocurrió que ese berretín de toda la vida, apuntes, recortes y comentarios de libros alguna vez los compartiría con alguien más. Mucho menos, claro está, que se convertirían en una peli gracias a tu magia!
Aunque no merezca un sólo elogio, siento tus palabras con todo cariño María! Sé que no he sido dotada para que las letras digan lo que quiero, pero me arreglo para que me ayuden con el mensaje de nuestras mayores y lo complemento con la voz. Hasta ahí lo mío, todo lo demás te pertenece.
Ojalá volvamos a repetir la experiencia, muchas chicas piden la palabra desde la historia. Esa palabra que alguna vez fue silenciada y hoy, gracias a tu trabajo, se puede difundir con intensidad, con imágenes e irrumpir en el presente de la comunicación.
Sabés que estoy FELÍZ.
Un besazo Bonita, y mi Agradecimiento Enorme por todo!
Yo también, más feliz no se puede.
Sólo espero que me digas... cuál es la siguiente.
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