Si alguien nació en una cuna de poesía fue Mercedes Calvo.
Ella ha venido a México por tercera vez para promover su libro Los espejos de Anaclara, merecedor del Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños 2005.
En la tarde del 21 de noviembre de 2009, en la avenida de los Insurgentes de la Ciudad de México, tuve la oportunidad de grabar esta joya: el primer poema que escucharon los oídos de esta extraordinaria poeta... compuesto por su abuelo, Don Leonardo Astiazarán, en el estilo gauchesco, el día en que ella nació.
En este campo grande que es la vida
donde llegaste vos una mañana
poniendo una alegría de agua fresca
en los rastrojos secos de mi alma
vas a encontrar gurisa mis quereres
angelito sin alas
el amor de unos pocos que sostiene
y el egoísmo de muchos que acobarda.
Vos estás dormidita en tu cunita blanca,
el agüelo, pa dentro, recita esta plegaria:
gurisita mi sangre, no seas nunca
ni aperiá, ni vizcacha.
Que la aperiá le huye a cualquier ruido
y la vizcacha es bicho de malas mañas.
Que si por ser así como te quiero
pura de corazón, limpita de alma,
Tata Dios se olvidara de bendecirte,
sabé que lo hace el tata de tu mama.