Así como la noche
sigue al crepúsculo
de brazos de púrpura...
(Safo de Lesbos)
Así como la noche
no oye ruegos
y sucede en su insaciada
y oscura belleza al día
por más que este haya exultado
en el azul de su soberbia,
en su excluyente hermosura
y en el sol de su corona...
Así como la noche,
tiene que sucederte
ese lento, oscuro vino
-también de brazos de púrpura-
que inexorable ahogue tu corazón
sin que te dé embriaguez
sin que te escancie olvido.
(C) María García Esperón
(México)
2009