Valentina, en Bogotá, no solamente leyó Las Cajas de China, sino que escribió un cuento inspirado en ellas... ¡y ganó una mención honorífica por su trabajo!
Ella se insprió en el capítulo 5 del libro. ¡Y también hizo una hermosa caja china!
Gracias a Diana Alejandra Morales por enviarme las fotografías y hacerme partícipe de esta aventura.