
Atenea, hija de Zeus que lleva la Égida,
dejó caer en el umbral de su padre el peplo
hermoso, bordado y hecho por sus propias manos
y se puso la túnica de Zeus que amontona las nubes
y se armó para la lacrimosa guerra.
De sus hombros suspendió la Égida floqueada
y terrible, por el Terror coronada;
allí están la Discordia, el Valor y el helado Acoso;
y la monstruosa cabeza de la Gorgona,
portento de Zeus que lleva la Égida.
En su cabeza puso el áureo casco de doble cimera
y cuatro bullones, apto para resistir la infantería
de cien ciudades
y al carro flameante subió, majestuosa,
y asía la pesada, grande y dura lanza
con que la hija del prepotente padre
destruye filas enteras de héroes...
si contra ellos se enfurece.
Iliada. Canto V (733-747)
Imagen: Pallas. Gustav Klimt