Rey de hombres.
La antigua palabra ánax o wannax es aplicada por Homero a Agamenón, el señor de Micenas, en los primeros versos de la Iliada.
Aquiles es divino: dios Axilleus. Su madre es una diosa y su fuerza le deviene del ámbito divino.
Agamenón es mortal, pero los signos que en la tierra señalan al poderoso se han acumulado en torno de él. Es rey de hombres, el primero entre todos, el soberanísimo entre fuertes individualidades conscientes de su valía: Aquiles, Ulises, Áyax, Diomedes... ánax andron cada uno que por un pacto signado por la negra tierra y el anchuroso cielo, sancionado con las sacras hecatombes, han acordado seguir al señor de Micenas, rica en oro, en su guerra contra Príamo y el pueblo de Príamo, de lanzas de fresno.