En un sueño de palabras...

El Disco de Festos: julio 1908 - julio 2008 Cien años de su hallazgo

30 jun 2008


"-Un objeto hallado el 3 de julio de 1908 por un equipo de arqueólogos italianos que encontraron nella sera, como dijeron ellos, en el ala nordeste del palacio de Festos, sembrado intacto en la tierra negra, entre restos calcinados de bovinos, ceniza, polvo y pedazos de cerámica, minoicos y helenísticos, un disco de arcilla de quince centímetros de diámetro, con ambas caras grabadas con signos dispuestos en espiral. Ceniza, bovinos, disco, cerámica y hasta una tableta con signos trazados en la llamada escritura lineal A, fueron puestos en una canasta y -como si se tratara de un recién nacido largamente esperado- fueron presentados al padre -pardon!- al jefe de la excavación, el arqueólogo Luigi Pernier".
(El disco del tiempo. Ediciones SM. p. 19)



Sir Arthur Evans, descubridor de la civilización minoica

Luigi Pernier, descubridor del Disco de Festos

Disco de Festos. Fotografía de Philippe Plagnol

Palacio de Festos. Fotografía de Philippe Plagnol

Philippe en el lugar en que hace cien años se encontró el Disco.
Ala nordeste del palacio de Festos. Fosa 8.

El arqueólogo italiano Luigi Pernier encontró el 3 de julio de 1908, en el transcurso de unas excavaciones llevadas a cabo en el palacio de Festos, un disco de arcilla de unos 15 cm de diámetro, impreso en sus dos caras por una serie de signos que parecen componer un mensaje jeroglífico.

Ese mensaje no ha dejado de inquietar a los estudiosos.
El Disco de Festos ha sido visto como un calendario, un juego de la oca, una oración a la Gran Diosa, un inventario de bienes...

El enigma persiste, pues los más rigurosos investigadores señalan con propiedad que no podrá descifrarse mientras no aparezcan artefactos o inscripciones parecidas.

Desde hace 100 años, el Disco de Festos, el unicum, arde en su misterio en espera del nuevo Champollion que, contra todo pronóstico, lo descifre.

Para seguir la apasionante historia de los intentos de descifrar el disco de Festos:

El disco de Festos: un enigma de la historia

Entrevista a Philippe (Plagnol) sobre el Disco de Festos para la revista Horoscope, abril 2006 Parte I, Parte II y Parte III

Nebra, de Arturo Ortega Blake



Con una intriga que haría palidecer al más avezado cineasta de Hollywood, aunado a un conocimiento profundo de la misteriosa edad de bronce europea y de la naturaleza humana intemporal, eterna, Arturo Ortega Blake entrega en Nebra, historia de los lectores de astros en la edad de bronce una obra tan misteriosa como su nombre, tan enigmática y perturbadora como ese disco de bronce con incrustaciones de oro descubierto en Alemania, llamado por los arqueólogos "disco de bronce con representación del cielo estrellado" y por el público "Disco de Nebra" -por el lugar de su hallazgo- y "Disco del cielo".



La arquitectura de la novela es literalmente una máquina del tiempo que sustrae al lector del vertiginoso presente y le impone el ritmo lento, signado por los astros, de la edad de bronce. La línea contemporánea y la increíblemente pretérita se funden a través del laborioso soñar de un adolescente neoyorkino que se llama Arthur, como el autor sí, pero también como la constelación en la que se encuentra la estrella Polar, guía de esos sedientos de astros que atraviesan el mar y sus propios terrores para arribar a la isla de los megalitos -¿Stonehenge?- a intercambiar saberes y enfrentar el conocimiento más sublime y la barbarie más atroz.

Si en la línea narrativa contemporánea el Disco de Nebra suscita asesinatos y persecuciones por poseerlo -en un thriller que pone al lector a sudar frío- en su tiempo original es un símbolo del conocimiento y de la comunidad que existe entre los hombres, los astros y los sueños. Ortega Blake dice que su libro "nació de innumerables artículos sobre el Disco de Nebra y el Observatorio de Goseck..." Indudablemente que investigó mucho, pero también soñó mucho, como lo hacen los niños y los profetas, trovando -encontrando- las verdades inmutables del cosmos.

La edad de bronce de Ortega Blake no es un parque temático ni una concesión a la espiritualidad cómoda del New Age que tan bien vende. Es una peregrinación al centro profundo de la psiquis, un viaje al corazón de los terrores, a la noche preñada de lobos, a la sangre y a las plantas de misterioso nombre... Es el nacimiento del lector a una casi insoportable belleza: la de una nueva y milenaria forma de amor.

(María García Esperón)


Arturo Ortega Blake.
Nebra. Historia de los lectores de astros en la edad de bronce.
México. Grijalbo. 2008



Arturo Ortega Blake nació en Ciudad Delicias, Chihuahua, en 1948. Estudió en la Facultad de Economía de la UNAM. Ha obtenido diversos premios literarios internacionales en los géneros de novela corta y cuento. Es autor de El gran libro de las frases célebres, Antología de frases latinas, las novelas Frontera de papel, tres hermanos en la guerra México-Estados Unidos, Ioannes Angelicus, la mujer que se convirtió en Papa -traducida a varios idiomas-, Leif, el hijo de Erik, los vikingos que descubrieron América a principios del siglo XI, entre otros libros. Su novela Nebra, historia de los lectores de astros en la edad de bronce fue finalista del Premio Azorín en 2006.

Web de Enriqueta y Tina Martinotti: Textos Micénicos. Nuevo método de traducción.

25 jun 2008


Uno de los textos más iluminadores que he leído en mi vida es "Nueva interpretación de las tablillas micénicas" de Enriqueta y Tina Martinotti.

La web donde dan noticia de los hallazgos a los que han llegado con su nuevo método de traducción se llama mycenien.info. Textes mycéniens. Nouvelle méthode de traduction. Transcribo fragmentos de la página de inicio en mi traducción al español:

"Durante los años 50, Michael Ventris descifró la escritura micénica llamada Lineal B. Era grande la esperanza de encontrar, en la escritura sobre estas tablillas de arcilla, importantes informaciones antropológicas sobre esta cultura, matriz de la civilización occidental, que habitó en la isla de Creta, así como de las ciudadelas micénicas del T.M.II hasta la destrucción del último nivel de la ciudadela de Micenas (1450-1110 a.C.)".

"Las traducciones de las tablillas por M. Ventris hicieron pensar que se trataba de listas de mercancías, pesos y medidas, listas militares o enumeraciones de obreros, nombres, raciones y distribuciones del Estado, etc. Pero el "silencio" de las tablillas sobre los temas cultuales, rituales o mitológicos, no está de acuerdo con las evidencias arqueológicas que revelan una rica actividad en el dominio de las creencias y los rituales. Esta laguna se encuentra en el origen de este estudio que cuestiona no el desciframiento, sino las traducciones de la Linear B".

(...)

"Las traducciones nos indican que no había un refinamiento del grafismo en el mundo micénico, pero que existía un excelente dominio de la polisemia, la delicadeza de la metáfora, la metonimia y el eufemismo y eso desde los primeros escritos".

Hasta aquí las citas.
Descubrir la lectura que de las tablillas micénicas han hecho Enriqueta y Tina Martinotti es correr una intensa aventura cultural, comparable a la de encontrar, inviolada y eterna, una milenaria tumba repleta de tesoros espirituales.

Página para Al Andalus

23 jun 2008

Fui grato al jazmín y leal al alfanje;
descubrí fuentes y surtidores en los jardines
de mis enemigos.
Perdí cien casas.
Conservo la llave de la que será la última.
Sentí el rumor del Universo
en una rosa
y en la rosa del iris
con que ciertos ojos me miraron
cierta tarde.
Inventé a Aristóteles.
Vi lo que nadie vio:
la doliente melodía
de la Alhambra, que está sola;
la nostalgia generosa
del limonero.
El amor del espejo,
ese arquetipo.
El amor de las cosas,
esos esplendores.


Imagen: Corán de Al Ándalus, siglo XII.

La Polis, la Filía, la Paideia

22 jun 2008


Hoy no tengo amistad.
(Miguel Hernández)


Werner Jaeger reflexionaba en su monumental Paideia que por la carencia de amigos que palpiten en la misma sintonía de su espíritu, Platón manifiesta en la República que se ha alejado de la actividad política.

Sin amigos no puede emprender la empresa de renovar la polis.

Cuando la ciudad sufre, se ha caído, está arrodillada, se abisma, su reconstrucción, su renacimiento sólo pueden darse a partir de un grupo de hombres que se identifican en ideales afines, esa es la amistad, la filía.

La filía que levantó la Acrópolis bajo el cielo de Atenas, la que desenterró el incomensurable espíritu de la Antigüedad del suelo de Florencia, la que hizo a Bolívar cruzar los Andes para liberar al Perú...

La original fuente de amistad entre los hombres -siempre según Platón- es el primer amado: el próton fílon, el Bien.

Una comunidad política de hombres unidos por el robo -bajo cualquier cielo, sobre cualquier suelo- repugna, aunque sea un hecho.

La decantación hacia el primer amado se acuna en los brazos de la Paideia.

Y si la Paideia, o lo que hay en su lugar, pone como valor supremo el financiero, Platón puede seguir escribiendo en la República que se ha alejado de la actividad política porque carece de amigos en la empresa de renovar la polis.

La Letra, la Reina, la Diosa...

16 jun 2008

Rhea, la madre de Zeus, lo escondió del talante voraz del padre Cronos en una cueva en la isla de Creta. La madre cretense por antonomasia, Rhea, lleva un nombre que se emparenta con el nombre del Rhyton -el recipiente ritual de las libaciones- y el fluir -rhei-, de donde viene nuestra palabra río y el nombre del Rhin...

Enriqueta y Tina Martinotti en su luminoso ensayo Nouvelle Intérpretation des Tablettes Myceniennes señalan que en la escritura lineal B el signo correspondiente a la sílaba RE es la PSI del alfabeto griego actual.

Letra RE, escritura lineal B.

Letra griega PSI

Un tipo de figurillas de cerámica características de la cultura micena son las que han sido denominadas "figurillas PSI", porque los los brazos en alto enmarcan la cabeza al igual que en la letra.

Figurilla Psi en terracota. Arte micénico.

Enriqueta y Tina Martinotti nos recuerdan que en la Grecia clásica la palabra rey había sido sustituida por basileus. La remota raíz del latín rex -¿indoeuropeo?- fue usada por los micenos cuando la REINA era RHEA, esto es, cuando cumplía el sagrado ritual de las libaciones con un RHYTON, la manera en que se ponía en contacto con el mundo de los muertos -dioses bajo tierra- y honraba a las deidades en lo alto. Esa piedad, ese amor más allá de la muerte, esa veneración y la continuidad entre los orbes a través de la persona sagrada de la reina-sacerdotisa o del rey-sacerdote, característica de las remotas culturas mediterráneas, sigue siendo parte viva de nuestra herencia cultural:

La Tati. Bailaora flamenca.

El Argos navega de nuevo... ¿y el vellocino de oro?

15 jun 2008




Kurtis Apostolis, presidente del Instituto de Investigación para la Construcción de Barcos de la Antigüedad, al frente de 50 remeros que han entrenado duro y se alimentan frugalmente, como los antiguos marineros griegos,de casta de héroes, ha reemprendido la aventura de los argonautas, esta vez zarpando desde Volcos -el viejo Yolcos del que partió Jasón- hasta Venecia. -La ruta al revés -dice Apostolis, justificando que no tocarán las costas de Georgia.

Navegar a la Cólquide desde Grecia no es posible para el nuevo Argos porque las aguas turcas son inseguras. Turquía no brindará protección a esos griegos que se aventuras en esas aguas contenciosas, en la imposible frontera acuática y móvil que viene enfrentando a griegos y turcos en los últimos años.

Albania, Croacia, Eslovenia, Italia. Navegará el Argos sin vellocino de oro y sin Medea. Pero pretendiendo simbolizar la civilización, la paz, la amistad y la cooperación entre los pueblos meditérráneos -dice Apostolis (quiero creer que en su fuero interno no dejó fuera a los pueblos índicos y americanos y que incluye los 7 mares.)

Pero, ¿qué era lo que el Jasón de los orígenes míticos -aunque en la promoción de la nueva navegación nos dicen que la antigua ocurrió hace 3500 años- fue a buscar? ¿Qué era el vellocino de oro?

Tengo para mí que esta piel -origen del emblema de la Orden del Toisón de Oro, borgoñona, tan de la corte española- es uno de los objetos cultuales más antiguos que existen: la Égida o piel de la cabra Amaltea.



El vellocino sería la piel de un carnero (versión más extendida del mito: el carnero que transportó a Frixo y a Hele sobre el Helesponto) como animal totémico -al igual que la cabra, el ciervo y el toro- con cuernos.
Los remotos sacerdotes o chamanes del Neolítico vestirían una piel de astado -como está representado en las cuevas- asumiendo su poder, su significado.



Se relacionaría con cultos ctónicos -de ahí el dragón que custodia al vellocino- y estaría asociada una potente presencia femenina, en el caso de la Égida, Palas, la Virgen Tritogenia y en el caso de Jasón y sus Argonautas, una Maga: la divina Medea.

Palas y la Égida, según la visión privilegiada de Klimt.

La tumba de Cleopatra: claves mediterráneas. Video

El Mausoleo Real de Mauritania podría encerrar importantes claves sobre el tipo de enterramiento que tuvieron Cleopatra y Antonio.

Este inquietante monumento en Argelia aglutina intenciones espirituales y culturales de los reinos númidas bereberes del norte de Africa, el helenismo, Roma y Egipto, constituyéndose en un mausoleo sincrético muy acorde al tipo de alianzas que eligió sostener Cleopatra Séptima para salvar Egipto e insertar a su milenario país en el orden mundial que presidía Roma.

Su hija Cleopatra Selene reinó con Juba II en un estado helenizado en el norte de África, cuya capital, Cesarea, fue nombrada así en honor de Julio César.

La Tumba de Cleopatra Selene: el i-Paper

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La tumba de Cleopatra Selene

14 jun 2008


"La luna se oscureció al levantarse en el poniente
cubriendo su nocturno sufrimiento.
Porque vio su bello nombre, Selene,
descender sin aliento al Hades..."
(Epigrama de Krinagorasis a la muerte de Cleopatra Selene,
reina de Mauritania. Siglo I d.C.)




Llamada tanto Tumba de la Cristiana, como Tumba de la Romana -Kbar Roumia- y Mausoleo Real de Mauritania, el monumento sepulcral de la hija de Cleopatra Séptima y Marco Antonio se levanta en un enclave típicamente mediterráneo en territorio de Argelia, entre Argel y Cherchell, la amada Cesarea de Juba II.


Erigida sobre una cresta de las colinas de Sahel, domina la planicie de la Mitjida y mira al mar, a un golfo que los españoles denominaron como "Bahía de la Mala Mujer", por llevarlos las leyendas a creer que el sepulcro era el de Florinda, la Cava, la hija del conde Julián por el que también en las leyendas se perdió España.
Kbar, o Kobor que significa tumba en fenicio, pudo ser identificada con Cava, el epíteto despreciativo que se le impuso a Florinda, (de una palabra árabe que significa prostituta), alegoría de la derrota, como en su tiempo y lugar Cleopatra Séptima, como en su tiempo y lugar Malinalli-Marina.

Las medidas, los datos, arrojan que el volumen del monumento es de 80 mil metros cúbicos. Su altura, 32.4 metros y su diámetro, pues es circular, 60.9 metros. Se puede describir como un tambor cilíndrico sobre una base cuadrada. Esta rodeado por 60 columnas jónicas con función más de decoración que de soporte y cuenta con 4 puertas dirigidas a los 4 puntos cardinales. En cada una de sus molduras hay una cruz. (Esto justificaría uno de los nombres del monumento: La Tumba de la Cristiana.)

El monumento fue mencionado por el romano Pomponio Mela, -monumentum commune regiae gentis- en la cuarta década de nuestra era, cuando el reino de Mauritania, vasallo florecido bajo Augusto que a fin de cuentas lo inventó, es anexionado sin pudor por Calígula después del famoso incidente de la capa de púrpura del joven Tolomeo, hijo de Juba y Cleopatra Selene, al que el príncipe loco mandó asesinar.

Leyendas de tesoros enterrados llevaron al pachá Salah-Raïs -que reinara de 1552 a 1556-, a enviar un grupo de excavadores a la tumba de Cleopatra Selene. Una nube de avispas disuadió a los operarios, que manifestaron haber visto el fantasma de una mujer y escuchado su voz pidiendo socorro.

En el siglo XVIII, Baba-Mohamed-Ben Othmane, pachá del Argel de 1766 a 1791, hizo demoler a golpe de cañones el revestimiento este del monumento.

Excavaciones arqueológicas a la manera del siglo XIX fueron llevadas a cabo por Berbrügger y Mac-Carthy en 1865, bajo el patrocinio de Napoleón III. Ellos descubrieron la verdadera entrada del monumento, situada bajo los cimientos bajo la falsa puerta del este.



Se trata de una puerta de 1 metro de alto que abre a una baldosa corrediza que fue encontrada rota. Detrás, un corredor conduce al llamado vestíbulo de los leones, donde todavía pueden verse un león y una leona esculpidos en relieve sobre el acceso al corredor interior. ¿Podrían representar a Cleopatra Selene y a Juba II?






El vestíbulo es abovedado y mide unos 5 metros de largo por dos de ancho y 3 de alto. Siete escalones llevan hacia arriba a una galería circular. Ésta sigue un trazo circular horizontal que forma un círculo casi completo: parte de la falsa puerta del Este y pasa sucesivamente detrás de las falsas puertas del norte, del oeste y del sur... antes de conducir hacia el centro del monumento.



Al final de la galería,una puerta abre a otro vestíbulo y un corredor lleva a la cámara central abovedada. Está orientada norte-sur, con la entrada hacia el este. En cada una de las paredes norte, sur y oeste hay un nicho vacío.

Vacío.

La Tumba de la Cristiana fue encontrada vacía. Nada en los nichos, nada en la cámara central. Ni un solo mueble, ni una sola estatua votiva... Todos los intentos por encontrar cámaras ocultas han resultado infructuosos.

Su logica, su voluntad de escondite de secretos, se revela muy afín a los hipogeos egipcios. Construcción bereber, de los príncipes del norte de África -inspirada en el Medraceno, la tumba de Masinissa, ancestro de Juba, también en territorio argelino- con revestimiento griego y por supuesto, con alma -ba, ka- egipcia.



Quién sabe si las claves para encontrar lo que están buscando a 50 km de Alejandría se encuentren entre Argel y Cherchell, la amada Cesarea de Juba II, la ciudad que construyó al lado de Selene, su princesa, la hija de Cleopatra, última reina de Egipto y el romano Marco Antonio, Imperator.

Próximas entregas:
La tumba de Cleopatra de Alejandría, alquimista en el siglo II d.C.
La tumba de Cleopatra Selene y los alquimistas de Al-Andalus.





Crédito de fotografías del Mausoleo Real de Mauritania:
Kabylie City

Esto no


El autor, ¡¡¡de rodillas!!!, ofreciendo su obra al príncipe.

L'Art de la Faulconnerie. Paris. 1492

De cómo encontré el Disco de Troya

13 jun 2008


Con el número 2426 estaba inventariado este inquietante artefacto en el Museo de Historia Antigua de Berlín,por lo menos hasta 1960.
Fue hallado por Wilhelm Dörpfeld, el arqueólogo que acudió a las excavaciones de Troya como ayudante de Schliemann.
El llamado "Cuadrante de Dardania" fue uno más de los objetos encontrados
por él -se le dio una antigüedad de 5 mil años- y fue a parar al Museo de Historia Antigua de Berlín.
El humilde disco de arcilla permaneció en el museo después de la Segunda Guerra Mundial,cuando los vencedores rusos se llevaron a su tierra el oro de Schliemann.
Desde 1960, la colección fue reunida en el Palacio de Charlottenburg, donde puede visitarse en la actualidad.
Desconozco las dimensiones del disco, cuya reproducción encontré en el libro Le Berceau des Cathédrales de Maurice Guinguand y Béatrice Lanne en el curso de mi investigación para las novelas El Disco del Tiempo y El Disco del Cielo.
El Cuadrante de Dardania se me convirtió inmediatamente en El Disco de Troya.
El análisis de su iconografía, en una obsesión.
Le di una orientación astronómica influida por la investigación y los personajes de El Disco del Cielo.
Un punto central que podría interpretarse como la Estrella Polar, llamada por los antiguos "el agujero en el cielo" alrededor del cual parecían moverse los cuerpos luminosos de la bóveda celeste.
A ambos lados del punto central hay dos figuras esquemáticas que podrían ser constelaciones y representar el otoño y la primavera.
En la sección inferior se aprecia una grieta y una pequeña línea que acusa la huella de otra figura, que podría ser la constelación correspondiente al invierno.
Por supuesto, el símbolo más elocuente es el que se distingue en la parte superior del disco.
El Sol, representado con aspas orientadas hacia la izquierda.
La luna en cuarto creciente.
Un ciervo.
Un punto entre las patas del ciervo. Quizá otra estrella.
Esta constelación correspondería al verano, representado en otras culturas por el león.
Pero es el Gran Ciervo de los cultos neolíticos, el espíritu del año sacrificado y renacido,la Deidad con Cuernos -Minotauro, Apis, Zeus Ammón- que cruza luminiscente la larga noche de los mitos para ser finalmente derrotada por el Cristianismo, que la asimila a la maldad y la convierte en el diablo obsceno y velludo, adorado por las brujas en los ritos satánicos.

Discos del Cielo

Para Norbert R. Ibáñez allá, en Lloret de Mar

Disco chino de jade que simboliza el cielo. Crédito: Rens Van der Sluijs
Disco de arcilla encontrado en las ruinas de Troya por Wilhelm Dorpfeld.

En una contribución aportada por Rens Van der Sluijs en el interesante sitio-proyecto Thunderbolts presenta un disco chino de jade -llamados discos bi- con un agujero en el centro. La superficie del disco está sembrada de elementos que han sido caracerizados como "patrón de granos de arroz". Estos discos se han producido en China desde el Neolítico, particularmente en la región de Shangai. Desde el siglo XII a.C al III d.C. simbolizaron el cielo o el cosmos.

El agujero en el centro representaría la Estrella Polar. Lo mismo ocurriría con el disco de arcilla encontrado en las ruinas de Troya por el arqueólogo que sucedió a Schliemann. En este caso el punto central no ha sido perforado, pero está rodeado de círculos concéntricos, aspas que sugieren el movimiento de las estaciones y dibujos que podrían representar constelaciones, siendo conspicua la del ciervo. El que he llamado "Disco de Troya" -cuadrante de Dardania- fue modelado hace 5 mil años.

Van der Sluijs dice que las comunidades amerindias manejaban el concepto del "agujero en el cielo" y que los antiguos turcos denominaban a la estrella polar el agujero de humo del cielo. Los chamanes podrían usar el agujero cósmico como una puerta para comunicar los mundos.

Aquí me viene a la mente la arquitectura del megaron micénico: una gran sala con el hogar en el centro y un agujero para el humo en el techo, en salas de este tipo Ulises contó sus viajes y Homero cantó los viajes de Ulises.

Megaron de Micenas

Reconstrucción del palacio de Néstor en Pilos. El hogar al centro, el agujero en el techo.

Rens Van der Slujs. The hole at the pole

Dante, Kipling, Borges...

12 jun 2008

"Quien no sabe callar no sabe amar."
(Andreas Cappelanus. Liber de Arte Amandi)

El amor que Dante padeció por Beatriz fue un puro existente. Una vez la vio, quizás dos y en el cruce de miradas que el pintor prerrafaelista Henry Holiday nos niega, el poeta se sumergió en la experiencia mística que después ocultará, develando, en su Comedia:

"A l'alta fantasia qui mancò possa;
ma già volgeva il mio disio e 'l velle,
sì come rota ch'igualmente è mossa,
l'amor che move il sole e l'altre stelle".

A la alta fantasía aquí faltaron fuerzas;
mas ya giraba mi deseo y mi voluntad,
así como rueda que es igualmente movida,
el amor que mueve el sol y las otras estrellas.

(Dante Alighieri. Divina Comedia)

Beatriz alegoría es una petrificación de lo inefable experimentado por Dante. Las mismas palabras de la Comedia, aladas, cristalinas, son ancla, son piedra comparadas con la experiencia de la que fue digno y que según su propio comienzo, lo sorprendió nel mezzo del cammin... Dante vio a Beatriz con los ojos del cuerpo que en el instante eterno de esa mirada se le convirtieron en los ojos con que el Alma mira.

La interpretación de Delacroix de ese nunc instans ya Paradiso es, claro, una pupila:



Dante no tiene prisa por regresar porque Beatriz ya no es de este mundo. Pero siglos después, Rudyard Kipling describe el alma enamorada del lama Teshu, el alto anciano que encuentra el río de la leyenda del Buda, alcanza la iluminación y se apresura a regresar para encontrarse con su bienamado.

"...mi alma quedó libre y remontándose como un águila, vio que no existía ni el lama Teshu ni ninguna otra alma. Como una gota se dirige hacia el agua, así mi alma se acercó a la gran alma que está más allá de todas las cosas. En ese momento, elevado gracias a la contemplación, vi toda la India, desde Ceilán en el mar hasta las montañas, y también mis rocas pintadas en Such-zen... Los vi al mismo tiempo y en el mismo sitio; porque estaban dentro del alma. Por eso supe que el alma había pasado más allá de la ilusión del tiempo y del espacio y de las cosas. Por eso supe que había alcanzado la libertad... ¡Justa es la rueda! ¡Segura es nuestra liberación! ¡Ven!"
(Rudyard Kipling. Kim)

Tal vez más enamorado de la plenitud que de Beatriz Viterbo, Borges accede a la visión del Aleph. Peregrino de los otros textos describe su hallazgo sin fundirse en él y al incorporarse de su posición de vidente, lo niega. ¿Un falso Aleph...?

"El diámetro del Aleph sería de dos o tres centímetros, pero el espacio cósmico estaba ahí, sin disminución de tamaño. Cada cosa (la luna del espejo, digamos) era infinitas cosas, porque yo claramente la veía desde todos los puntos del universo. Vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres de América, vi una plateada telaraña en el centro de una negra pirámide, vi un laberinto roto (era Londres), vi interminables ojos inmediatos escrutándose en mí como en un espejo, vi todos los espejos del planeta y ninguno me reflejó, vi en un traspatio de la calle Soler las mismas baldosas que hace treinta años vi en el zaguán de una casa en Frey Bentos, vi racimos, nieve, tabaco, vetas de metal, vapor de agua, vi convexos desiertos ecuatoriales y cada uno de sus granos de arena...
...Para la Cábala esa letra significa el En Soph, la ilimitada y pura divinidad..."

(Jorge Luis Borges. El Aleph)

Alcanzar la plenitud, fundirse con esa entidad ilimitada y pura, se revela como un don del instante.
Lo ha disparado el amor, se la ha entregado la mirada.
Ha ocurrido. La memoria lo reclama, lo vuelve a llamar, lo canta...
El Arno fluye. Beatriz se prende en la mirada infinita. Dante asiente desde un trono de melancolía.
Y en ese instante en el que falta la fantasía el alma se acoge ¡para siempre! al silencio inagotable y luminoso de quienes saben amar porque callan.

Tigres de la otra noche en la Feria del Libro de Madrid 2008

10 jun 2008


Guía de lectura de libros infantiles y juveniles sobre América Latina
67 Feria del Libro de Madrid
30-05-08 al 15-06-08

"Hay una especial tendencia al ritmo y a la música en la tradición literaria de Latinoamérica. Hay un modo de escribir que hace que las palabras se unan en una cadencia melodiosa y hay mucha poesía flotando en el aire".

En esta selección realizada por la red de bibliotecas de la Comunidad de Madrid, A Mano Cultura y Colectivo de Libreros del Club Kiriko, se han reunidos libros para niños y jóvenes relacionados con Latinoamérica.

En la sección dedicada a la poesía han incluido Tigres de la otra Noche con esta descripción:

"Sin buscar la rima, pero sí controlando muy bien el ritmo de la frase, la autora crea un poema largo, misterioso y enigmático en el que un niño busca un tigre, que es como buscar la aventura, el riesgo, la vida. Sale a las ciudades y se cruza y habla con otros que ya conocieron al tigre. Las ilustraciones realizadas en collage con materiales orgánicos introducen el rastro de la naturaleza en el libro".

Guía de lectura de libros infantiles y juveniles sobre América Latina 67 Feria del Libro de Madrid 2008

Tres letras



En buena medida el idioma egipcio antiguo comparte con las lenguas semíticas el sistema de raíces, en muchos casos trilíteras.

Christian Jacq nos recuerda algo que tendemos a olvidar: el monumento más emblemático de Egipto, la pirámide, es también un jeroglífico.

En egipcio, la palabra para designar pirámide es trilítera: MER.

Pero MER también significa canal.

Pero MER también es la palabra egipcia para designar lo que nosotros llamamos amor.

¿La pirámide es el canal por el que circula la energía divina, definida en las grandes tradiciones religiosas y mistéricas como amor?

En la tradición judeocristiana, el nombre femenino por excelencia es MIRYAM. Unos lo hacen proceder de la raíz hebrea -también trilítera- MRD, que designa la rebelión. Otros, del egipcio MER.

¿MER, milenario antecedente y jeroglífico de María en su multiplicidad invocada?

Peligro en la Aldea de las Letras. Video

8 jun 2008

Peligro en la Aldea de las Letras: ¿Toda palabra es mágica?




Este es el texto que leí durante la presentación del libro de María Eugenia Mendoza Arrubarrena, el 7 de junio de 2008 en la Casa de las Humanidades de la UNAM.

A María Eugenia Mendoza Arrubarrena la conocí entre libros, por los libros y finalmente, en un libro. Leí su novela El Lindero en las primeras horas de 2008 y quedé capturada por su capacidad de fabulación y por la manera tan personal y efectiva que tiene de involucrar en el texto referencias de la vida cultural de nuestro país, noticias periodísticas, semblanzas de las personalidades de nuestra cultura y por si fuera poco, platillos y antojitos de la gastronomía mexicana.

Nada escapa a su capacidad de asombro. Da la impresión de que todas las mañanas se va de cazadora de maravillas, de curiosidades y de motivos que reunirá después en un libro. Y es en este libro, Peligro en la Aldea de las Letras donde María Eugenia ha reunido una infinita colección de asombros.

Dice Gaston Bachelard que escribir un libro o leer un libro es hacer el mundo bello dos veces. María Eugenia hace el mundo bello dos veces y no solamente bello, sino apetitoso, emocionante, lleno de puertas y de puertos, de ventanas, balcones y puentes.

En lo personal, me fascinan las obras literarias que ponen en contacto el mundo de la fuerza creativa de la psique humana, o sea, el mundo de lo maravilloso, con el mundo real. Desde el Poema de Gilgamesh, pasando por la Odisea, la Eneida, la Divina Comedia, las aventuras de Don Quijote y Pedro Páramo, lo real abreva en la fuente de las sombras, de los fantasmas.
Se nutre de espíritu, de fuerza, se vuelve a coser las alas. Lewis Carroll en su Alicia abre una puerta por la que circulan magias. Michael Ende en la Historia sin fin abre un libro y las bullentes fuerzas creadoras barren con el personaje que lo abre y con el lector prevenido o no.

María Eugenia abre una puerta en este libro y además nos provee de un puente y de un peligro. La puerta nos lleva, junto con Hilaria, la niña protagonista, a la Aldea de las Letras, el increíble lugar donde se fabrican las letras con las que expresamos por escrito las palabras del idioma. Y todo toma el color de la aurora –como en el verso de Paul Eluard-. Te sientes en un mundo vivo por encima de los trajines del devenir, de la cotidianidad, en el reino de los colores primeros, como el de aquella canción francesa: el azul de los libros de imágenes.

Te sientes en un tiempo vivo, en un fluir que no es horizontal y prosaico, sino vertical y poético, emocionante, en el lugar de las primeras impresiones, de los primeros colores, de los primeros y melodiosos sonidos.
Cuando, queridos lectores, se encuentren en el Jardín de las Primeras Letras de esta Aldea prodigiosa, respirarán a pulmón profundo la belleza de la lengua, de nuestra lengua, de todas las lenguas… de las letras, de nuestras letras, de todas las letras.

Decía que María Eugenia también nos brinda un puente. En la novela el puente es un lugar delicado, el sitio donde el orden pende de un delgado hilo y cualquier conducta irreflexiva puede provocar el caos. Hilaria, la protagonista, lo experimenta y vive las consecuencias de ser una irreflexiva boquifloja. “La escritura no es un juego, es divertida, grandiosa, maravillosa, creativa pero no es cosa de juego”.
Las letras son un asunto muy serio, aunque la escritora lo aborda con un humor delicioso. En la tradición cabalística, una sola letra puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, recordemos al golem y su palabra grabada en la frente. Emet es vida y al borrar la E queda Met, que es muerte y el golem hecho de basta materia se desintegra. Los antiguos egipcios nos legaron la concepción de los jeroglíficos como palabras sagradas, palabras de los dioses, receptoras de vida y vivas tan intensamente que en algunos casos los escribas representaban a la serpiente en dos partes o con una estaca clavada para evitar que mordiera.

Y el peligro: el miedo vivifica, enseña a estar vivo. El que algo esté en peligro, en este caso la mismísima Aldea de las Letras, despierta la necesidad de defenderlo. Nos pone en estado de alerta, nos alarma. ¡Al arma! Y nos hace tomar las armas –las letras- para convertirnos en nuestros propios héroes.

La lectura de este libro nos hace sensibles a nuestro papel de creadores de lenguaje, de guardianes, de defensores, de responsables de su belleza. Y lo más estremecedor es que Peligro en la Aldea de las Letras está dirigido a los niños. Porque los niños son los principales creadores, guardianes, defensores y responsables de la juventud eterna de la lengua. Porque los niños nos enseñan a tener hambre de vida, a creer en los concursos –aquí encontrarán un apasionante concurso de ortografía- a descifrar signos premonitorios como si se tratara de letras –también encontrarán una adivinadora-.

Los niños nos enseñan no a soñar, porque todos soñamos, sino a creer en nuestros sueños, los niños nos enseñan a tener fe. Fe poética. La misma que nos lleva al infierno, al purgatorio, al paraíso con Dante; a la cueva de Montesinos con Don Quijote, a Liliput con Lemuel Gulliver. De todos esos lugares regresamos transformados. En todos esos libros, al cerrarlos, hemos experimentado que nuestro ser ha crecido, se ha expandido. Lo mismo, queridos futuros lectores de este libro, ocurre después de haber estado en la Aldea de las Letras.

También me gusta mucho comparar algunos libros con la botella que tiene un genio encerrado. Sólo sale para quien sabe abrirlo y en muchos casos hay que decir la palabra mágica. Pues este libro se trata precisamente de palabras. De palabras mágicas. ¿Todas las palabras son mágicas? Para los grandes escritores y en los grandes escritores toda palabra es mágica. María Eugenia Mendoza Arrubarrena lo demuestra con creces en Peligro en la Aldea de las Letras.



Peligro en la Aldea de las Letras. Presentación editorial

7 jun 2008

En la Casa de las Humanidades de la UNAM, colmada de lectores entusiastas, la escritora mexicana María Eugenia Mendoza Arrubarrena presentó su segunda obra de narrativa: Peligro en la Aldea de las Letras.
El espíritu universitario flotaba en el ambiente y María Eugenia dijo que todo el país es azul y oro.

José Luis Curiel, Juan Tonda, Cristina Barros, María Eugenia Mendoza Arrubarrena y María García Esperón a punto de comenzar la presentación editorial.

Los presentadores aportaron una riquísima lectura de la obra. Cristina Barros analizó magistralmente el texto y externó que desde ahora visualiza a los maestros y maestras trabajando y discutiendo con sus alumnos los interesantes planteamientos en torno a la lengua que aporta este libro. José Luis Curiel entregó una presentación deliciosa en la que cada palabra era una joya; yo comenté que la novela te hace ver cada palabra como una palabra mágica y Juan Tonda enfatizó los momentos en que en la obra aparece la ciencia e hizo el mejor de los vaticinios: No dudo que veremos Peligro en la Aldea de las Letras en las bibliotecas de aula.

Los cuatro fantásticos de las letras, la docencia y la divulgación de la ciencia. Juan Carlos Iracheta, Cristina Barros, José Luis Curiel y Juan Tonda.

Entre mis admirados Cristina Barros, autora de la columna Itacate de La Jornada y Juan Tonda, Premio Nacional de Divulgación de la Ciencia y Director General de ADN Editores.

Larisa Argüero Mendoza no dejó de vender libros.

Tarsicio Argüero, esposo de María Eugenia, con la camiseta bien puesta... en la Aldea de las Letras.

Son La Fábula le puso alegría a la alegría.

José Luis Curiel, que escribe deliciosamente y que ha fusionado la química, la historia y la cocina y cuyo orgullo es haber dado inicio a la carrera de Gastronomía en el Claustro de Sor Juana... y Tere Bernal (Relaciones Públicas de la Asociación de Amigos de la Biblioteca de Alejandría) a punto de sellar un pacto.


Y yo ¡claro! Con Grecia Sofía.