Una de las personas que trabajan más por difundir la literatura infantil y juvenil en el ámbito hispanohablante es la muy sensible argentina Alejandra Moglia. Amante de los libros y conocedora de poesía como pocos, Alejandra ha tendido una efectiva red de puentes para que cada día más lectores lleguen a las palabras que los buscan como la sed al agua. Aquí, un poema de Alejandra que me gusta mucho y que da razón de lo que sentimos quienes de una manera o de otra estamos involucrados con la literatura infantil.
Mi infancia
Alejandra Moglia
Me refugio en mi infancia
cuando la noche del alma
arrasa con las flores de mis sueños
y las entierra a miles de kilómetros de distancia;
cuando el frío hiela
hasta los recuerdos más profundos
que mantienen vivo a mi llanto.
Me refugio en mi infancia
cuando tus ojos ciegos
sólo ven la máscara de lo falso
y no aprecian lo invisible;
cuando tus oídos sólo escuchan
las melodías de lo infame
y no se conmueven ante la verdad de mi silencio.
Me refugio en mi infancia
para mirar la luna cuando llora
y consolarla;
para escuchar el grito del olvidado
y traerlo a la memoria;
para encontrar la vida que se ha perdido
y rescatarla.
Me refugio en mi infancia
para nacer de nuevo.
Me refugio en mi infancia
para volver a amar
y despertar a los muertos.