En un viejo bosque
al norte de España
entre viejos robles
y encinas ancianas
nació un niño rubio
en una bellota
bajo una amanita
de roja corola.
Las hadas del tilo
se confabularon
para que este niño
tuviera un regalo:
que el niño pudiera
entender la lengua
del mirlo, del cuco
y del suave gorrión.
Príncipe de mirlos
se llamó este niño,
se acabó este cuento
¿ya lo habías oído?