David García Hernández es un músico mexicano dotado de un talento excepcional. También es un ser especial: un adulto que lleva bien puesto en el pecho su corazón de niño. Quizá por eso mira todo de la perspectiva de la esperanza y de la belleza. Él fue el primer lector de Copo de Algodón, porque esta niña azteca ha sido un personaje histórico que siempre le ha interesado y a quien se ha sentido llamado a rescatar.
Nos conocimos personalmente hoy durante la presentación del espectáculo de música y danza prehispánicas basado en Copo de Algodón, al que acudió acompañado de su esposa Paola y de su niño, Josué. Pero ya nos habíamos encontrado en ese lugar incomparable del espíritu cuando habla el lenguaje del arte. David prepara una música exquisita inspirada por Copo de Algodón en un proyecto que se parece mucho a los sueños pero que es tan real como los sonidos y la inspiración que brotan de este artista mexicano.
He escuchado su disco "Canción para el corazón de un niño", que tuvo la gentileza de obsequiarme hoy por la mañana y he quedado en vilo por la belleza de las imágenes que su música suscita, por los mundos que evoca, por la riqueza de la música mexicana, que recrea de la más original de las maneras: devolviéndonos a todos una herencia de belleza.
Por eso y por todo lo que nos dará, gracias desde aquí a David García Hernández, que nos ha hecho canciones para nuestro corazón de niños. (María García Esperón)
Con Paola, la súper agradable esposa de David |
El pequeño Josué: De tal palo, tal astilla. |
En el momento en que se encuentran "Canción para el corazón de un niño" y "Copo de Algodón". |