
En un kylis del 480 a.C., un joven escribe con un estilo sobre una ergonómica tabla-escritorio que apoya sobre sus rodillas.
Siempre el pasado me aguarda en el futuro. Le temps revient.
En nuestras orillas, en nuestras rocas, en nuestras ciudades nadie ha de sentarse en un trono. ¡Todos somos iguales porque todos somos lo...