En un sueño de palabras...

Memoria del bosque, de Francisco Álvarez Velasco

31 jul 2010


 Memoria del bosque

Francisco Álvarez Velasco




Ya viene la blanca niña,
ya viene la niña blanca
al pie de la fuente fría
que por el oro manaba
(Romance de la Danza Prima)

En la lenta memoria de este bosque
de corazón plural, común a tanta vida
de líquenes y musgos,
denso perfume del laurel sagrado,
hojas tiernas de mayo,
o ramas neblinosas del invierno,
se han perdido las sendas por donde el hombre iba
y la choza en el claro no encuentra el peregrino,
y la yedra ha escondido las letras amorosas,
las que ciñen las limpias cortezas de abedules.

Hay, en cambio, una fuente
lustral y clara y fría,
esa que suena insomne y recuerda la historia
de aquella blanca niña.





(C) Francisco Álvarez Velasco
Libro del bosque
Voz:
María García Esperón
Música:
L. Einaudi
MMX

La palabra de un hombre hace visible lo real

30 jul 2010





LA PALABRA DE UN HOMBRE

HACE VISIBLE LO REAL


Francisco Álvarez Velasco





La paraula d´un home fa visible el real
Pere Gimferrer


Porque si dices árbol
hay uno que se yergue
al lado del camino,
y el árbol se nos puebla de pájaros y tiene
rayos de luz y brisa verde y lenta
de oro en esta tarde.

 Y hasta su tronco un hombre
llega por el camino,
y su sombra se funde con la sombra del árbol


(C) Francisco Álvarez Velasco
Libro del bosque
Voz: María García Esperón
Música: Yanni
MMX

Argos, de Aurelio González Ovies


Los caseros no atienden a sus ojos, 
pero detrás de sus negras pestañas 
oculta una tristeza tan redonda 
que apenas le permite la mirada. 
Por eso algunas veces con la cola, 
cuando escucha el sigilo de las vacas, 
dibuja sobre el barro en que reposa 
retazos de impotencia y de desgana. 
Y poco a poco el giro de las moscas 
que rondan sobre él noche y mañana, 
le han dado un parecido con las cosas 
que a la muerte se pudren olvidadas. 
Su hocico respingón ya tiene forma 
del aullido más último del alma, 
y de aquella nariz de caracola 
tan única en los rastros de la caza, 
cuelga la transparencia de una gota 
que ya no puede secarse con la pata. 
Y aunque sigue esperando, de su boca
sale de vez en cuando esa palabra 
con que expresan los perros su derrota;
y lloriquea y cae y se levanta...



(C) Aurelio González Ovies
Voz
María García Esperón
Música
Yanni
MMX

La Materia, el Origen y el Poeta


En alguna de sus reflexiones, Teilhard de Chardin dijo poéticamente que la materia ha mecido al hombre en su inconsciencia y que será ella la que lo lleve a Dios. 
El punto Omega es en esta extraordinaria conciencia de filósofo, que concilia los ismos del evolucionista y del religioso occidental,  el hombre crístico. 
Muy atrás o muy abajo, los homínidos habrían sido ensayos de ser humano. 
Muy adelante y muy arriba está ese ser supremamente consciente, en extremo empático, misericordioso, dolorido y claro, que desde las palabras sangrantes de su Fin se resigna a ser Origen y que en aquel mundo sin ismos se llama Poeta.

Escena de casa, un poema en asturiano de Aurelio González Ovies





Aurelio González Ovies


Ye qu'anque nada puea
detenese,
fui tan feliz que yá ye suficiente. Baxo'l
escurecer, equí, recuerdo
agora
la vida madurando
como un frutu brillante. Les andarines fieles
xirando hasta la cuadra y el golor
de la yerba.


-Mio ma yera tan moza...-


Esistió too en mi. El cariñu y la infancia
como un pan abondante,
los rayos del branu entrando
hasta la siesta. El nome delos páxaros,
el so cantar. Lluciérnagues
col silenciu prendíu so les nueches
tan llargues.
Too fue tan de verdá que ye bastante.
Más p'allá, los palos de la lluz,
los maizales
y el mundu terminábase.



(C) Aurelio González Ovies
34 poemes
(a imaxe del silenciu)
Llibrería Académica, Uviéu, 2003
Voz: María García Esperón
Música: New beginning. Yanni
MMX

El banquete de Moctezuma en Tarragona




Copo de Algodón, la princesa azteca, ya llegó a Tarragona y Anabel Sáiz Ripoll, en su delicioso blog De la literatura juvenil a la Cuina ha servido el banquete de Moctezuma.

Mujer contra la muerte, de Francisco Álvarez Velasco





Del viejísimo jugo de la tierra




Las ínsulas extrañas





Francisco Álvarez Velasco






La llamarada azul de la mañana

por tus ojos. Y un jugo de continua

primavera en el fruto partido de los labios

que a la vida me invitan.



Me invitan a la vida. Sin embargo,

noviembre entre los chopos

todo un río amarillo camino de su muerte.

La senda que llevamos va llena de señales

de un tiempo glorioso como el nuestro

(el que juntos gozamos

y hoy ya desmoronado como tapias de adobe).



¿Me salvarán tus ojos? ¿Me salvaré en tus labios?

Me salvaré en tus ojos

si miras en el árbol

y encuentras las señales

del ritual misterioso de un tiempo que retorna.

Me salvarán los labios, si en tus labios florece,

como el hierro en la fragua con fuego destellante,

la ardiente rosa roja contra todo el invierno.

(C) Francisco Álvarez Velasco
Del viejísimo jugo de la tierra
Voz: María García Esperón
Música: Yiruma
MMX

De amor y de ausencia en un poema para niños

27 jul 2010


(Sobre Gus, un poema "para niños" de Aurelio González Ovies)

En la vertical de su texto, en la primera dimensión  sobresalía el humor. Su silencio confabulaba una historia sorprendente o hilarante: un matrimonio de gusanos en el interior del agujero de una manzana. La gusana queda viuda justo cuando se marcharían de vacaciones y el poema termina como empezó: con la soledad de un animalito y el consuelo de las palabras recordadas.

Cuando este poema se levanta sobre sus sonidos, cuando este poema se hace escuchar, si alguien pensaba reírse por las vacaciones en un plátano o porque el gusano fue aplastado por la pata de un caballo  estaba muy equivocado. 

Por ese poder extraño de poeta los versos de siete sílabas llevan a una honda reflexión sobre la vida y el dolor de perder la compañía. 

La música de las palabras así encontradas remite al lamento de los lagartos de Lorca, los que perdieron su anillito plomado y en el recuerdo de la dicha perdida de la pareja de gusanos hay ecos de la noche oscura, de la Amada en el Amado transformada en el interior de esa manzana (¡y estamos hablando de gusanos!)

Se tiene que ser muy Lorca para que lloren los lagartos. Y muy González Ovies para, en una gusana sin rostro, cifrar tanto amor, tanto dolor, tanto abrazo vacío, tanta ausencia...



Gus
Aurelio González Ovies

Ay, Gusana qué sola
se sintió bien temprano,
al ver vacío el hueco
de su Gusano.
En la misma manzana
cincuenta años...
cincuenta años durmiendo,
cincuenta paseando.
Juntos toda la vida,
Gusana con Gusano,
juntos a las lechugas,
juntos a higos pasos.
Ay, Gusana, qué pena
cuando estira los brazos
y no toca la barriga
de su Gusano.
Cincuenta años queriéndose,
cincuenta años casados,
cincuenta años, cincuenta,
hasta que se jubilaron.
Y ahora que iban a ir
de vacaciones a un plátano,
a un agujero nuevo
a orillas del verano...
¡A Gusano lo pisa
la pata de un caballo!
Ay, Gusana qué largos
se te hacen los sábados.
Gusano te diría:
¡Levántame ese ánimo!




Tal vez puedas salvarte, de Francisco Álvarez Velasco

Del viejísimo jugo de la tierra



Las ínsulas extrañas

Francisco Álvarez Velasco


6


Tal vez puedas salvarte

si hoy por tu espejo vienen

bandadas de palomas que marcaron

linderos a la infancia

y campanas que fluyen

en altos campanarios

y nos convocan, llaman, están llamando a fiesta.



Cruza, en cambio, una niebla repleta de presencias ignoradas

con el espeso espanto del insomnio.

Y detrás de esta niebla,

otra niebla te llega sin orillas.



Tal vez puedas salvarte

si encuentras los caminos

y otro mundo detrás de los espejos

con mares, playas, islas.

Hay otra vida acaso en ínsulas extrañas
donde estés tú tendida para siempre.

(C) Francisco Álvarez Velasco
Del viejísimo jugo de la tierra
Voz: María García Esperón
Música: Passing by. Yiruma
MMX

David García sobre Copo de Algodón


David García es una persona polifacética: pianista y compositor, es también egresado de la carrera de ingeniería bioquímica. A través de su música busca despertar el amor por las tradiciones, los valores familiares y todos los aspectos soleados y espirituales de la cultura de México.

Copo de Algodón tuvo la fortuna de llegar a sus manos y encontrar un destino de generosidad a través de su lectura. Aquí, la opinión sobre la novela que David hizo llegar a El Naranjo y todo mi agradecimiento. (MGE)


YA TERMINÉ DE LEER ESTA HERMOSÍSIMA OBRA. Muchas felicidades a María García Esperón, y todo el equipo de trabajo de El Naranjo. El tema me apasiona, y lograron introducirme en la historia y mantener el interés de principio a fin.

Las ilustraciones son bellísimas, y contribuyen a estimular la imaginación de la obra que es narrrada en un lenguaje muy amigable. Pero lo más importante es haber logrado plasmar la visión de nuestra muy querida Tecuixpo al experimentar la fusión de dos grandes mundos, en un momento crítico de la historia de México, como lo fue la conquista de Tenochtitlán. Espero ya con ansias la segunda parte.... Saludos!!!

Gus: poesía para niños de Aurelio González Ovies



Aurelio González Ovies


 Ay, Gusana qué sola
 se sintió bien temprano,
 al ver vacío el hueco
 de su Gusano.
 En la misma manzana
 cincuenta años...
 cincuenta años durmiendo,
 cincuenta paseando.
 Juntos toda la vida,
 Gusana con Gusano,
juntos a las lechugas,
juntos a higos pasos.
Ay, Gusana, qué pena
cuando estira los brazos
y no toca la barriga
de su Gusano.
Cincuenta años queriéndose,
cincuenta años casados,
cincuenta años, cincuenta,
hasta que se jubilaron.
Y ahora que iban a ir
de vacaciones a un plátano,
a un agujero nuevo
a orillas del verano...
¡A Gusano lo pisa
la pata de un caballo!
Ay, Gusana qué largos
se te hacen los sábados.
Gusano te diría:
¡Levántame ese ánimo!


(C) Aurelio González Ovies
Poemas desde el Faro
Voz:
María García Esperón
Música: Faun. Karuna
Imágenes: Vladimir Kush (de su serie Gusanos y Mariposas). Google.
MMX

Toda la luz del mundo, de Francisco Álvarez Velasco

Del viejísimo jugo de la tierra



Las ínsulas extrañas

Francisco Álvarez Velasco



5

  
Toda la luz del mundo junto a tu vientre estaba
y allí pude salvarme,
salir de los naufragios.
Venía brisa fresca de algún alba lejana.
La noche sin resaca, cerrada en sus linderos.
 
Era el paso del tiempo
el paso milenario del mármol cuando fluye.
No de otro modo el río
subterráneo se alza
por el pozo y se asoma
al espejo curvado de los cielos azules.
 
Toda la luz del mundo. Y hoy me quema el recuerdo.
 
Bajo lunas efímeras, bosques, sombras, espumas,
altas estrellas claras,
recorría tu cuerpo palpitante y tendido
como ardiente centeno luminoso,
como árbol que cae y sigue floreciendo.
 
Fuiste después arroyo fugitivo.
Hoguera de luz vívida, destellabas remota,
ocaso al rojo vivo de la tarde.
Era yo el caminante y nunca te alcanzaba.
Silenciosa, intangible te alejaste  
por la turbia hojarasca de mi insomnio.
 
Toda la luz del mundo. Y hoy me quema el recuerdo.



(C) Francisco Álvarez Velasco
Del viejísimo jugo de la tierra
Voz: María García Esperón
Música: Monday. L. Einaudi
MMX

Menárdez: y deja el alma al revés

26 jul 2010


Marcelo Suárez De Luna


 ¿Para cuando el amor?
Ese de la calle Honduras
El que vence al olvido
Y deja el alma
al revés


¡Pobre poeta sin amor!
Tal vez cruzando aquella esquina
Se rinda frente a ti
la suerte esquiva
por una vez


(C) Marcelo Suárez De Luna
http://pedromenardez.blogspot.com
Voz: Héctor Suárez "Buby"
Realización: María García Esperón
MMX

Toda la luz del día, de Francisco Álvarez Velasco

Del viejísimo jugo de la tierra



Las ínsulas extrañas

Francisco Álvarez Velasco


9



Toda la luz del día se aquieta en los espejos.

Detrás de los cristales

ese mundo que gira (de qué siglo a qué siglo)

con su viento sacude las ciudades lejanas,

los trigales de mayo.



Y golpea su lluvia los espesos postigos del silencio,

las esquinas amargas,

la hierba en los escombros,

o la suave tibieza de los nidos de alondra,

o aquel dulce volar

ayer vivo y azul de la luz en tu cuerpo.



Te sueño en ese mundo, y te busco en su tiempo.


(C) Francisco Álvarez Velasco
Voz: María García Esperón
Música: Dietro l'Incanto. L. Einaudi
MMX

Libro de los muertos, de Aurelio González Ovies

25 jul 2010

Aurelio González Ovies


 Llamo al extraño
 ser que habita en mí:
 Hombre, levedad, agua
 de los aljibes del silencio,
 bruma de la palabra
 norte,
 guitarra del vagabundo de la muerte,
 ceniza de la forma,
 yo en ascuas en tentación,
 desertor incandescente
 de la noche.

Fragua antigua de la vida.
Libro de los muertos.

Nadie responde.


(C) Aurelio González Ovies
De Nadie responde
Voz: María García Esperón
Música: Uno. L. Einaudi
Fotos: AGO (Tardes de cal viva)
MMX

Las ínsulas extrañas, de Francisco Álvarez Velasco



Las ínsulas extrañas

Francisco Álvarez Velasco


Canción 36

No salgas de la noche

porque sucede a veces que de un sueño

se parte hasta otro sueño

en que verás arder la hoguera que nos junta.


Otro sueño en que bebo, estoy bebiendo

la limpia luz del alba

en tu cintura, toda

la luz de los ocasos.

Y mana el agua pura.


Abre la puerta ya para ese mundo

donde suaves fluyen las llamas y la brisa,

la hiedra por los árboles,

y mana el agua pura.


Y la vida es total y fluye para siempre,

como va y como viene

por la playa la espuma,

como caen

los más altos arroyos de la nieve,

o sube hasta nosotros un continuo

brotar de violetas,

como fluye ese vuelo incesante

del bando de palomas hacia el alba,



oh, tú, mujer que vas por ínsulas extrañas

en la noche más clara de tu cuerpo,

do mana el agua pura. 

(C) Francisco Álvarez Velasco
Del viejísimo jugo de la tierra

Voz: María García Esperón
Música: Cerchio. L. Einaudi
MMX

Curso María García Esperón por Anabel Sáiz Ripoll

24 jul 2010





Curso María García Esperón


Aproximación a su obra



Por Anabel Sáiz Ripoll


Especialista en LIJ




Conoce la biografía y la obra literaria de María García Esperón, una escritora mexicana polifacética y con una obra muy extensa. Especialista en literatura infantil, María García Esperón dedica buena parte de su tiempo al periodismo y a los guiones de radio.

Conoce con este curso su obra vinculada a los niños: poesía infantil, prosa infantil y cuentos. No te pierdas este curso de literatura para aprender más sobre la vida y la obra de María García Esperón.

    *
      0. Presentación
    *
      1. Datos biográficos. En busca de palabras no gastadas
    *
      2. Obra literaria. La estructura misteriosa de la vida
    *
      3. Poesía infantil. Palabras son mariposas
    *
      4. Literatura infantil y juvenil (prosa): Ese manantial del ser
    *
      5. El disco del tiempo. El lugar de la palabra
    *
      6. Sibila. Embarcaciones sin rumbo
    *
      7. Berenice. Una sirena en la sopa
    *
      8. Mi abuelo Moctezuma y Querida Alejandría. Saber de esos ancestros
    *
      9. María García Esperón. Otros libros
    *
      10. Leer para ser feliz. ¿Eso necesita defenderse?


http://www.mailxmail.com/curso-maria-garcia-esperon-aproximacion-obra

Su lectura en la Red es gratuita.
Si se quiere descargar el curso es mediante pago de aproximadamente un dólar a través del móvil.

Viodo


Siempre creí que el viento nacía en Viodo. Pensé que el mundo en Viodo terminaba. Viodo era para mí el paraíso. Allí conocí el fuego y probé el agua. A Viodo yo le debo el pan caliente. En Viodo yo lo tuve todo un día. Viodo estaba tan lejos como un año. El nombre de los seres que no olvido. Los nombres que devora la distancia. Ca Telvina Carola y ca Rogelia. En Viodo apenas hoy me queda nada.

El cementerio donde mi madre duerme. La casería de los antepasados. El altavoz ronco del colchonero. Mi infancia de la mano de Remedios. La esbeltez del depósito, la escuela. El Castañeo, La Huelga y El Pozón. El llanto demencial de María Pacha. El yunque tempranero de la vida. El «Atrevido» atado bajo el hórreo. Las ristras de maíz como hambre fresca. El andaluz con aliento de vino. Las rosas de cien hojas de la huerta. El vaho protector que había en la cuadra.

La tierra que está encima de mi madre. El Estrián, agosto, tierra seca. La «gradia» y el surgir sin fin de las patatas. La claridad camino a Lavandera. El olor de la cal y los orígenes. La acritud del cucho en la antojana. Los altos eucaliptos vigilantes. El hule y la masera adormecidos. Las potas borbollando a fuego lento. El molino y la acequia en casa de África. El Humedal, la fuente, los narcisos. El sendero que sube hasta Bañugues. Atajos que bordean la mañana. La vía y los vagones de la mina. La estatura campesina del mundo. Los bálagos que visten el paisaje. El eco de la «línea» en Entrerríos. Secunda con su burro y las albardas.

El nicho en el que mi madre espera. El humo de la leche que se ha ido. Una mujer de luto con calderos. Una fuente donde lavan y cantan. La habitación cerrada por la ausencia. El rosario susurrado en penumbra. Los viveros tapados con un plástico. La chispa y la alegría de Clarina. El vaso con el perejil reciente. Los tiestos con crisantemos y dalias. El costurero, el huevo de madera. La lata de las cartas y postales. El cofre que guarda unas escrituras. El barreño de cinc, la palangana. Remedios que huele a limpio y a buena.

El eterno descanso de Luz Ovies. La higuera en el camino a casa Amparo. El campo de la iglesia, las campanas. El Bar Central, Ladino y Manolita. Aquel cuadro de «La última cena». La agilidad nerviosa de Marcela. Los estorninos y el ballico de Guerble. El día de la fiesta, las lanchitas. La procesión, la fe en «San Bartuelo». El aceite guardado por si acaso. El perfume a manzana en la panera. El musgo en las juntas de las ventanas. Los primeros tractores que llegaron. Los zapatos que Luis pone en entierros. El traje oscuro, la camisa blanca.

La lápida de Nieves y mi madre. Las vigas donde el tiempo se ahorca a diario. El «forno» donde el humo permanece. El cristal roto con la cinta aislante. La rama del laurel para el cocido. El azafrán y la canela en rama. Las golondrinas crías, su pico abierto. La cortina que había en la carbonera. El armario empotrado inalcanzable. El que cobra lo de las funerarias. El plumier de Adelina para Reyes. El reloj de la comunión. La esfera. La cinta atrapamoscas en el techo. La persona que varea la lana. El gancho con el trozo de tocino. Nori que borda para Albandi sábanas.

El cuerpo de mi madre tras el mármol. La muerte de Pacita, ¡qué lejana! El gesto y la bonanza de Zulima. María Estébana regando ropa al verde. La hoguera en la que queman trapos viejos. Unas astillas dentro de la hornilla. Los piñones que soltaban las piñas. Aquello de «Dios bendiga esta casa». La taza grande para el chocolate. La luz feliz que nunca más he visto. El «rinchar» del carro en la madrugada. La boda, el mismo día, de José y de Pilina. La luz sobre el silencio apolillada.

¡Viodo, qué cerca y qué apartado de mi vida. Cuántos sueños cruzando casa Flora. Cuántas noches bajo a los Abanales. Y cuántas Manolo me corta el pelo! Viodo. Ca Llarriba, Llabaxo y ca Santana?

(C) Aurelio González Ovies
La Nueva España. 5 de noviembre 2008
Voz:
María García Esperón
Música: L. Einaudi
MMX


Nana para Luna, de Francisco Álvarez Velasco


Francisco Álvarez Velasco

 En las nubes el viento,
 en los montes la lluvia,
 en la noche la sombra,
 en tu cara la luna.

 Duérmete, ea,
 que ya se calla el viento
 para que duermas.

 De la peña al arroyo
 --culebrilla de plata-,
 del arroyo los juncos,
 del arroyo las ranas.

Al arroyo la luna.
Entre las piedras claras
y los peces oscuros,
las moneditas blancas.

Duérmete, ea,
que las ranas se callan
para que duermas.

Del arroyo al molino,
molinera del alma,
con los trigos morenos,
las harinas más blancas.

En el horno la leña
se abre en flores de fuego.
En la artesa la harina
es un monte creciendo.

Duérmete, ea,
que las llamas se callan
para que duermas.

Duérmete, Luna, duerme,
que cuando llegue el alba
en la mesa te espera
una hogacita blanca.

(C) Francisco Álvarez Velasco
http://www.portaldepoesia.com
Voz:
María García Esperón
Música:
Yanni
MMX


Paco y su nieta Luna durante la presentación de su libro La luna tiene una liebre. (Pintar-Pintar)
Foto: Ester Sánchez

Copo de Algodón en El Naranjo

23 jul 2010

Como fruto de la tierra de las letras que es, Copo de Algodón ya pende del frondoso árbol de El Naranjo:


"Copo de Algodón, hija de la princesa de Tacuba y del señor de Tenochtitlan, y esposa del señor de Iztapalapa, nació en la era del Quinto Sol. Un día su mundo se agitó, como las aguas al lanzar una piedra... Conoce, a través de su voz, los acontecimientos de su época: las guerras floridas, la matanza de Cholula, la llegada de Hernán Cortés, la muerte de Moctezuma, el sitio de Tenochtitlan... y sumérgete en la historia antigua de México, en la existencia de sus personajes y en la fascinante cosmovisión de este pueblo".


www.edicioneselnaranjo.com.mx
www.sacalejugoalalectura.com

Borges, Einstein, Heráclito y la Sibila

22 jul 2010


Y la Sibila, con labios delirantes, diciendo cosas melancólicas, 
carentes de adorno y sin unción, con su voz se hace oír miles de años, 
gracias al dios que está en ella.
Heráclito

Dos estados de conciencia acontecidos en tiempos y espacio diferentes eventualmente se conectan como en el modelo del túnel de gusano o en un banco frente al río Charles en 1969. 

Einstein desde la ciencia y Borges desde la ficción doblan el tiempo en sus respectivos modelos. 

El del científico acecha desde el espacio como un agujero negro del que se puede salir y el del poeta desde el sueño del que se puede despertar, desprenderse y desaprenderse.

Por eso la voz de la Sibila es melancólica y no cuida de adornos, ¿para qué? si sabe que el gran público creerá más en dos neutrones desplazados en el laboratorio un nanosegundo hacia el futuro que en la pavorosa fusión de una conciencia humana con el dios todo tiempo todo el tiempo que está en ella.

Copo de Algodón: Reseña de María Eugenia Mendoza

La escritora y queridísima amiga María Eugenia Mendoza ha publicado en su blog La Aldea de las Letras la primera reseña sobre mi novela Copo de Algodón, en la que pone de manifiesto su profundo compromiso con la historia de México, con nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro. Dar a luz este libro ha sido el conjunto esfuerzo de Ediciones El Naranjo, su directora Ana Laura Delgado, la editora Angélica Antonio, el ilustrador Marcos Almada Rivero, Rosario Ponce, Jonathan Minila... y el que una mirada de palabras conocedora y generosa como la de María Eugenia lo haya leído con esa claridad, viste a Copo de Algodón -y nos viste a todos-  con el huipil de la esperanza. (MGE)




Copo de Algodón
María García Esperón
Ilustración Marcos Almada  Rivero
México, Ediciones El Naranjo, 2010  
ISBN:  978-607-7661-17-7


María Eugenia Mendoza Arrubarrena


María García  Esperón lo hizo de nuevo. Rescató del olvido a una princesa. La primera  fue Cleopatra Selene, en la extraordinaria novela Querida Alejandría.  Ahora nos presenta a Tecuixpo Ixtlaxóchitl, Copo de Algodón, Flor  Blanca, hija de Teyhualco, princesa de Tacuba y de Moctezuma Xocoyotzin,  el Gran Tlatoani de Tenochtitlan, "nacida el día 2 viento del año 5  conejo, en la gran ciudad de la laguna".

María García  Esperón da voz a Copo de Algodón o quizá Copo de Algodón esperó  pacientemente y por fin descubrió a María, quien la escuchó con amorosa  atención y se convirtió en la portavoz de la hija consentida del Gran  Tlatoani, quien tiene tantas vivencias que compartir con los herederos  de los cimentadores del agua y con el mundo entero. 

La pequeña   Tecuixpo se entera por su nana cómo fue su nacimiento, cómo fue  recibida  entre los cantos de la princesa de Texcoco y los rezos de la  reina de Tacuba, sus abuelas. Y de cómo sus ojos recién abiertos al  mundo vieron directamente a los ojos a su padre, a quie ama y admira.  Pero ese amor no impide cuestionamientos "¿Mi padre es un hombre  cruel?", pues además de ser  un temible  guerrero era sacerdote y "no vacilaba en arrancar del pecho  del  sacrificado el corazón palpitante que alimentaba la sangre solar de   nuestro señor, Huitzilopochtli".

Copo de Algodón cuenta pasajes de nuestra historia  desde la perspectiva niña, de  testigo y protagonista en un tiempo y una  cultura que a los ojos de la sociedad actual resultan dificiles de  comprender. Cuando tiene ocho años asiste al sacrificio de la hija de su  nana, la pequeña Quetzalli, quien lloraba mucho, y fue ofrendada, no  como castigo sino como privilegio, a la diosa del agua Chalchiuhtlicue,  la de la falda de jade. 

Reseña completa en La Aldea de las Letras





Homenaxe

21 jul 2010

Aurelio González Ovies

 Nun volveré nacer. Naide
 lo fizo. Pero por si los muertos
 anden ente nosotros
 coles señes cambiaes y unos vistíos
 nuevos y el so corazón propiu,

 PIDO
 ser esti mesmu yo nel que viví,
 con toles míos maníes,
 con tolos míos defeutos.
 Díxilo munches veces
 y otra vez lo repito:
 quiero nacer ellí, onde ronca'l Cantábricu
 contra'l cuerpo oxidáu
 del mio Llumeres, un puerto, mui
al norte, con galipote y mofu
y botes y lancheros.
Escuchar los glayíos
d'unes muyeres buenes llamando -dende la nueche alta-
a los sos homes,
porque ta la mar mala
y mal iviernu.

Que la mio imaxe primera seya la to caruca,
madre mía, y lo smios deos te toquen,
dende yá mui de neñu,
como'l que posa un poco de brisa
nuna flor,
como'l que tien mieu mancar la piel
d'algo tan tierno.

Ellí mesmo, nunca casina baxa con balcones
azules
a la vera'l camín ente'l
faru
y el cielu. Al norte, muncho
al norte, -casi en plenu abandonu-
onde toles mañanes sonaba la sirena
porque morría un mineru.
Que los mios hermaninos quieran
ser pa siempre los míos;
y un domingu mio pá
nos amarre un columbiu nes
cañes más gordes del peréu.

Que tean nel so sitiu les coses que me falten
y que fueron
los güeyos qu'aprendí,
qu'un día nun abrieron les sos contraventanes,
nin podaron los árboles,
nin tendieron la ropa
nin salieron xamás al panaderu.

Ellí, tien que me ser ellí, xusto
onde sentí tantu fríu per fuera, tantes
ganes de tanto,
como cariñu dientro. Al norte, muncho
al norte, entre maízos fondos
y horros altaneros, bazo los qu'entovía
dalgunos díes, mui ceo,
oigo cómo clabuña'l filu a les gadañes
el martiellu del tiempu.

Por eso, cuando me toque dir,
pa que nun se nos faiga abegosu'l realcuentru,
que me metan puñaos de salmoria na voz
y, nos remos del alma,
que m'añuden to nome, madre mía,
en llugar de cruciame les manes
sobre´l pechu.


(C) Aurelio González Ovies
34 poemes
(a imaxe del silenciu)
Llibrería Académica
Voz: María García Esperón
Música: L. Einaudi
MMX

La literatura infantil elevó mi conciencia: Alejandra Moglia

20 jul 2010
Alejandra Moglia es argentina. Trabaja como bibliotecaria en institutos educativos de Buenos Aires. Es el alma de una extensa red de intercambio de poesía, ficción e ilustración centrada en la infancia, llamada Literatura Infantil,  a través de una red social que se prolonga mediante los blogs y sitios web de creadores y lectores. 

Su quehacer ha resultado tan exitoso como original. Sin duda, Alejandra ha abierto caminos nuevos para la promoción de la literatura infantil y juvenil. 

También ha enfrentado problemas y de todo eso hablamos en una charla que de México a Buenos Aires se pintó de pies a cabeza con los colores de la infancia. 
María García Esperón



¿Qué representa para ti la literatura infantil?
La literatura es rescate, no escape
La literatura infantil es una parte muy importante de mi vida. Las primeras imágenes de mí misma siendo muy muy pequeña están asociadas a los libros y a las narraciones. Yo tuve acceso a la literatura infantil mucho antes de saber leer. Fue gracias a que en mi familia la narración ha sido muy importante como también comprar libros y armar una biblioteca especial para mí. Una de las primeras cosas que  hizo mi papá para mí con sus propias manos fue la cuna y la biblioteca para los libros de cuentos, y yo era una beba. Los libros eran para mí un universo fantástico y una verdadera fiesta, un viaje a lugares realmente maravillosos, habitados por otras gentes, otros mundos, y que gracias al libro los llevaba siempre conmigo.
La literatura infantil ha sido la puerta a la literatura para adultos. No hubiera llegado a Brecht, a Kafka, a Pizarnik, a Vila-Matas, a tantos pero tantos autores si la literatura infantil no hubiera estado presente en mi vida.
La escuela, las bibliotecas, los planes de promoción a la lectura son fundamentales para que un niño lea pero si el adulto más cercano, su referente más concreto no lee, no lo acerca al libro se hace bastante difícil que el niño se convierta en un lector.  Yo nací en una familia de clase media, con un padre que vivía de su trabajo y una madre ama de casa. Con abuelos y tíos abuelos que no habían tenido la oportunidad de hacer la escuela secundaria, con tíos con diversos grados de formación escolar y universitaria pero todos tenían en claro que el libro era algo esencial en la vida de un niño, y no sólo ellos, ¡hasta mis vecinos! Lo he contado en mi blog: Florinda y Marcial, los almaceneros de mi barrio, me regalaban un libro de cuentos cada cumpleaños mío, y Florinda lo elegía especialmente para mí. Mi mamá me ha confeccionado libros con dibujos hechos por ella, mi tía abuela me contaba un cuento maravilloso que jamás encontré en libro alguno y que me generaba una fascinación absoluta. Era ir a su casa y en la hora de la siesta recostarnos y pedirle que me cuente la historia.

Y también, los libros cumplieron una labor muy importante como sostén, como pilar del cual aferrarme en el Jardín. Yo tengo una historia muy particular: en el Jardín de Infantes no la pasé bien. Fui una niña muy tranquila que se callaba todo, no lloraba pero sufría mucho, y no me adapté en ese jardín y especialmente me sentía totalmente desprotegida en relación a la maestra. Mientras en mi casa todo era felicidad, esas cuatro horas en el jardín eran momentos de angustia. Estoy hablando del año 1970 cuando yo tenía cinco años. Para que yo fuera al jardín existía una sola cosa: comprarme un libro de cuentos. El ritual se repetía cada mañana. Salíamos con mi mamá más temprano de lo necesario y pasábamos por la librería Bramanti, en Saavedra. Allí, su dueña, –la veía como una abuelita- sacaba cantidades y cantidades de libros de cuentos para que yo los hojeara tantas veces como se me diera la gana, y mi mamá esperaba al lado mío hasta que, finalmente, elegía el libro que quería llevarme conmigo. Ese libro –que cada mañana cambiaba porque siempre era uno nuevo- era mi sostén en el jardín, era el tesoro por el cuál yo estaba allí. 
 El libro era el tesoro por el que yo estaba allí
Y un día pasó lo peor: la maestra nos dijo que teníamos que llevar nuestro libro de cuentos preferido para armar la biblioteca del Jardín y así todos pudieran leerlo, debíamos dejarlo ahí y retirarlo a fin de año cuando terminaran las clases. Llegó fin de año, la maestra renunció, puso un jardín y se llevó todos los libros. Fue llorar y llorar y llorar por noches y noches pidiendo por mi libro. Era un librito de editorial Sigmar que yo amaba profundamente: La Ardilla Cartero.  Mi tía finalmente me compró un nuevo libro de La Ardilla Cartero pero sólo me calmó en parte porque yo quería mi libro. Así que en aquel año 1970 mi vida se dividió entre el placer de comprar cada día un cuento, el sufrimiento del Jardín y la alegría de llegar a mi casa con mi familia, mis amigos, mis libros y los discos de María Elena Walsh que sonaban todo el día en el combinado. 

 María Elena Walsh: su voz instalada en los momentos felices
No sólo sus cuentos y las letras, sino su voz, la voz de María Elena está instalada en mí. Es escuchar esa voz y volver a un espacio de alegría, de contención, de felicidad.

Pero la literatura infantil no sólo me ha abierto las puertas a otros autores que posteriormente incorporé, abrió mi mente, elevó mi conciencia. En cada letra de las canciones de María Elena había muchas cosas para incorporar al debido tiempo, y así lo hice. Gracias a ella y tantos otros autores aprendí a darle rienda suelta a la imaginación, a la creatividad, a volar libremente; y también, aprendí, gracias a mi experiencia en el Jardín, que la literatura es rescate –no escape-y que siempre podré recurrir a ella. No es escape porque no se evade el problema con la literatura, al contrario, da herramientas para hacerle frente, para encontrarle la vuelta, nos muestra a nosotros bajo otras miradas, vemos a los otros que nos habitan y se transforma en una llave para conocernos y conocer a los otros. Por eso no es escape sino toma de conciencia. Yo viajé a otros mundos fantásticos con mis libritos de cuentos pero no evadí la realidad, la literatura me fortaleció y me abrió las puertas a otras maneras de pensar y de entender la vida.

La brecha que se forma entre un chico que no tiene acceso a la literatura infantil y otro que sí la tiene es muy difícil de achicar, y un chico no lee si los adultos no lo hacen. Tienen que leer los padres, los maestros, quienes los rodean. Y leer con convicción, por amor a la lectura. No sirve que un maestro elija un libro porque se adapta al grupo y pedagógicamente es ideal por x razones. Lo que vale es que el maestro ame ese libro, le fascine y pueda transmitir el amor por esa historia, por ese autor, por sus personajes.

Tu grupo Literatura Infantil en FB es impresionante. Cuéntanos su génesis, cómo lo ideaste, cómo fue creciendo, qué te ha enseñado y qué te ha desaconsejado.


Tuve la idea de crear una página de fans de Literatura Infantil. Debo reconocer que el primer motivo por el cual quise hacerlo ha sido como un humilde tributo a la literatura infantil y a lo importante que ha sido en mi vida. Y así lo hice pero la página fue denunciada, nunca supe quiénes la denunciaron y por qué. Decidí entonces comenzar de cero nuevamente y hacer un perfil denominado Literatura Infantil que en este momento tiene un número muy elevado de amigos y entre los cuales se encuentran escritores, ilustradores, editoriales, docentes, mamás, papás, etc. etc. Es un perfil de Literatura Infantil que no está pensado como tal para los chicos sino para los adultos y que cada uno de ellos tome lo que considere necesario o lo que le guste para los chicos.

 Imagen de La Memoria y el Sol, el blog de Alejandra. Ilustración: Ale Acosta
 FB tiene de bueno que la información se difunde de manera rápida y llega a mucha gente. 
Brinda la posibilidad de que muchas personas estén en contacto -más allá de mí como creadora del pefil- y se puedan crear puentes e incluso proyectos de trabajo.
Tiene el problema que estamos muy expuestos, y tengo algunos reparos con respecto a los modos de lectura que propone FB –y esto es algo estrictamente personal-: entiendo que como lectora tengo derecho al silencio que no es lo mismo que callar. Leer un poema, un cuento, una historia, un texto y tener que comentar todo el tiempo es algo que muchas veces me hace algo de ruido y me genera cierta incomodidad. Por supuesto que es maravilloso compartir opiniones, debatir pero hay momentos y hay lecturas, y especialmente me pasa con la poesía que si me siento muy conmovida quiero disfrutar en silencio, quiero ver qué me pasa a mí con todo lo que estoy leyendo, con las imágenes que me vienen.
Y pido disculpas por lo que voy a decir, esto también es algo estrictamente personal. Es muy probable que el problema sea que no termino de adaptarme a la modalidad de la red social pero me pasa que no comprendo por qué mucha gente al momento de leer un poema juzga para bien o para mal al autor, lo pone en tela de juicio, al punto de darle consejos de vida. Mi idea de lector, y de lector activo no es esa sino de ver qué se pone en marcha dentro mío con esa lectura, no ver qué le pasa al escritor ni mucho menos darle consejos de vida. Yo soy lectora y tengo derecho a reescribir la obra, y vivirla en silencio, y a compartirla en el momento y en el espacio que considere adecuados. Leo muchos textos en fB y   luego lo comparto con algún chico en el colegio, por ejemplo, y lo hablamos en la biblioteca.

 Sé que tu vida está tejida con tus lecturas, con los libros que has leído. Háblanos del primer instante en que fuiste consciente de que estabas leyendo. ¿Cuál fue tu primer libro? ¿Qué anécdota nos puedes contar relacionada con esas tapas y esas hojas y esas letras que estuvieron en tus manos de niña?

Yo aprendí a leer en primer grado, no antes. En el Jardín sabía leer algunas palabras sueltas, escribir mi nombre pero aprendí en primer grado como se estilaba en aquella época. Todos los cuentos que tenía en mi casa, de todo tipo y tamaño, pasaban por  mis manos y yo los sabía contar (pero no leer). Me recuerdo rodeada de libros, aunque comencé con los libros sobre animales. Tenía libros troquelados, libros de diversas formas con grandes ilustraciones de animales y el nombre de cada uno de ellos, otros tenían algo de información sobre el hábitat. También tenía libros para aprender la hora, etc. Jugaba mucho con las ilustraciones, recreaba historias a partir de ellas pero han sido muy especiales los cuentos maravillosos de los Hermanos Grimm y Charles Perrault. Yo tenía cinco años y sabía quiénes habían sido ellos. Si estudié alemán de grande fue por el hecho de tener la posibilidad de leer literatura alemana en alemán, y también, poder leer a los Grimm, hay tanta belleza en su redacción, tiene tanta magia. Podría decir que mi memoria es olfativa porque recuerdo especialmente el olor de esos libros –que conservo- y el de la librería Bramanti. Y también una memoria auditiva porque leía o me leían estos cuentos y los de María Elena Walsh pero también escuchaba todo el tiempo sus canciones. La voz de María Elena está instalada como una parte muy importante de mi infancia relacionada con los libros y los momentos más felices.

Mi infancia fue muy feliz. Alejandra y el abuelo
 Yo fui una niña lectora pero también amante de las películas de Disney. Sin embargo, en mi cabecita siempre prevaleció la historia del cuento en su versión original y no la del film. Por ejemplo: Blancanieves. La imagen de Blancanieves que tenía –y tengo- en mi cabeza no es la de Disney, ni mucho menos el final de la historia, y eso que yo tenía los libros de Disney de aquellos años. Mi papá había tenido la oportunidad de conseguirlos,  venían con el disco que narraba la historia y me había comprado los títulos principales, casi toda la colección, pero uno de ellos “La espada en la piedra” me lo compró en inglés y el tamaño es gigante. Es un libro troquelado que se puede ver por escena individual del film o abrirse y tener toda la secuencia completa. Es del año 1961. Ese libro ha sido muy importante para mí por lo original, porque además podía jugar con él. Por supuesto que lo conservo y tengo todos mis libros infantiles, pero volviendo a lo anterior, más allá de Disney, prevalecieron siempre en mí los personajes que mi mente construía con las otras ediciones y versiones de estos cuentos que mantenían la historia original.
Ahora bien, debo destacar que hubo un libro muy importante para mí, y fue el libro de lectura de primer grado. Se llamaba El libro volador. Fue un libro que me llevó a soñar con los libros y sus personajes. Amaba a El libro volador y también lo conservo.


 ¿Cómo y en qué momento hizo irrupción la poesía en tu vida?     
       
Pude percibir el dolor de Alfonsina
La poesía llegó a mi vida llegó también de muy pequeña de la mano de Alfonsina Storni pero primero llegaron ella y su historia de vida, luego sus poemas. Comencé a ir a Mar del Plata desde el año y medio. No recuerdo en qué momento pero desde que tengo uso de razón, en cada viaje a Mar del Plata visité el monumento a Alfonsina. Me recuerdo con cinco años, con seis años preguntando todo el tiempo ¿cómo murió Alfonsina? Yo no sé cómo me llegó por primera vez alguna noticia de su muerte y el dato que se había tirado al mar. Sí recuerdo muy bien que –ante tantas insistencias de mi parte- mi papá me respondía que Alfonsina había entrado caminando al mar y así se fue. Y yo la imaginaba con un vestido largo de tul caminando debajo de las aguas y hasta hacía dibujos sobre eso: dibujaba montañas, peces, agua y Alfonsina caminando bajo el mar. Sabía que había muerto pero la imaginaba viva. Luego, un poquito más grande estando ya en la escuela conocí el poema: Yo en el fondo del mar, y allí Alfonsina cuenta exactamente lo que yo me había imaginado. Creo que con cuatro o cinco años pude percibir el dolor de Alfonsina aún sin entender lo que pasaba y supe que todo lo escrito por ella era verdadero, que si bien todo lo que se escribe, sea ficción o no, nace de una verdad, que tiene que haber verdad en la literatura y en el arte, la poesía tiene una contundencia sobre la vida que no tienen otros géneros. Comparto lo que magistralmente dice Juarroz “Afirmo que la poesía es realidad, y para mí es la mayor realidad posible porque es la que cobra conciencia real de la infinitud”. Es así como de la mano de Alfonsina, pasando luego por Rubén Darío, Leopoldo Lugones, Conrado Nalé Roxlo, Federico García Lorca, Antonio Machado, Miguel Hernández, Pablo Neruda, Roberto Juarroz y tantos tantos poetas que amo profundamente y que son esenciales, llegué a Alejandra Pizarnik, y no hay retorno.
Eres conocedora como pocos de la literatura infantil y juvenil contemporánea. ¿Has sentido necesidad de pasar a la creación literaria? ¿Podemos esperar en un futuro cercano una historia firmada por Alejandra Moglia? Y si es así, ¿qué tipo de historias te gustaría narrar?

Me falta tanto tanto por leer, no se llega a leer todo, a conocer a todos los autores… Me gustaría escribir pero realmente todavía no es el tiempo, no lo sé, hago intentos pero son sólo eso, pequeños intentos.
Me gustaría narrar historias que tengan algún origen en mi infancia porque la tengo grabada a fuego y porque es lo que jamás nadie podrá sacarme. Es el refugio de la vida.

Háblanos de tus autores favoritos, sean o no de LIJ, contemporáneos o antiguos. ¿Qué relación guardas con ellos?
 
Son tantos… los Hermanos Grimm, María Elena Walsh, Gianni Rodari, Alfonsina Storni porque mi infancia está ligada a ellos, Antonio Machado y todos los poetas de la generación del 27, Miguel Hernández, Federico García Lorca, Hermann Hesse que ha sido un autor muy imporante en mi adolescencia, Ernesto Sábato… después de leer Sobre héroes y tumbas nada fue lo mismo. Bertolt Brecht, me gustan sus obras de teatro, y especialmente sus poemas y canciones necesarias y cada vez más urgentes –aunque algunos digan que ha pasado de moda-. Franz Kafka, Roberto Juarroz, Alejandra Pizarnik, Roberto Arlt, Juan Gelman, Enrique Vila-Matas a quien he llegado de adulta pero es injusto mencionar algunos porque son tantos: Borges, Cortázar, Saramago, Orozco, etc. etc. etc y estoy dejando a tantos afuera…. y todos los autores de LIJ de mi país como Devetach, Montes, Shua, Roldán, Villafañe, etc. etc. Estoy siendo injusta. Actualmente he incorporado nuevos autores, incluyendo a los de LIJ también. Son muchísimos y el espectro se amplía cada vez más y FB nos permite intercambiar información e ir conociendo más y más autores y publicaciones, y seguir disfrutando de la literatura.

 ¿Cómo fue tu infancia?
Mi infancia fue muy feliz, me recuerdo rodeada de libros y discos, con una familia numerosa formada por abuelos, tíos, tíos abuelos, primos, también con vecinos y amigos de la familia, amiguitos míos de la escuela y del barrio. Me recuerdo feliz inmersa en mundo de fantasía y a la vez muy observadora de la realidad. Recuerdo nítidamente la década del 70 en Argentina, una década muy difícil, faltaba muy poco para la tragedia, para el peor golpe militar de la historia argentina. He sido bendecida en mi formación, habiendo tenido como primer maestra a María Elena Walsh.

Vi brillar a  Goyeneche en mi alma de niña
Tengo recuerdos de haber encontrado a Roberto Goyeneche en el Parque Saavedra. Fue muy importante para mí porque ahí se inició mi amor por el tango y por Goyeneche. No tendría más de 6 años, iba con mi abuelo caminando por el parque y viene hacia nosotros un señor que me llamó la atención. Pasa por al lado nuestro, me sonríe y me guiña un ojo. Y vi muchas estrellas multicolores alrededor de él, así lo vi en ese momento, vi brillar a Goyeneche en mi alma de niña.  Le pregunté a mi abuelo quién era ese señor y me dijo: es el Polaco, el cantor de tangos, nuestro vecino. El amor fue inmediato y para siempre.

Fui feliz y me sentí siempre muy amada y contenida no sólo con mis padres y familiares sino con mis maestras de la escuela primaria porque mi mamá me cambió de colegio y la primaria y la secundaria la hice en el Instituto San Francisco de Asís, del barrio de Belgrano y allí fui muy feliz, siempre recibí cariño y contención, amor y sensibilidad. También recibí un cariño muy fuerte de parte de vecinos quienes también fueron muy importantes en mi vida: Marcial y Florinda, los almaceneros, Don Camilo y doña Santina quienes se pasaban horas escuchando los disparates que yo les contab,a podría nombrar a muchos y a cada uno los llevo conmigo, cada uno aportó –junto con mis padres y familiares- a sembrar una semillita muy importante.
Cada cosa que pasaba era una fiesta para mí, y esa fiesta, toda esa alegría tenía su origen en poder estar con las personas que amaba, esa era la fiesta verdadera, lo mejor que podía pasarme.

 ¿Cuál sería para ti el libro de literatura infantil y juvenil ideal?
No sé si existe un libro de literatura infantil y juvenil ideal porque cada chico es diferente. Si bien a determinadas edades se sienten muy atraídos e identificados con algunas temáticas, aún así cada chico tiene su propia historia. Lo importante es que el libro sea un libro de literatura. Si hablamos de adaptaciones de clásicos, leyendas, etc, que esas adaptaciones estén hechas por autores de LIJ, que tengan calidad literaria porque queremos que el chico lea, y que lea literatura.

 ¿En cuál de los libros que has leído te gustaría entrar y vivir?
Son tantos los libros…. Me hubiera encantado entrar a Sobre héroes y tumbas, por ejemplo. Todos sus personajes están conmigo, siempre están presentes y cuando camino por Buenos Aires, también. Ir a Belgrano, pasar por la recova y saber que allí Fernando Vidal Olmos descendió a su propio infierno de maldad, o pasar por Parque Lezama e imaginarse que en algún lugarcito Alejandra está hablándole a Martín. Ha sido un libro muy importante en mi vida, en mi juventud.

Del Diccionario de Alejandra Moglia

Recuerdos: pedacitos de los otros y de nosotros que eternizamos en el presente para seguir viviendo.
Infancia: el refugio de la vida
Libros: caminos hacia uno mismo y hacia los demás
Sueños: combustible para caminar y seguir caminando
Felicidad: momentos, instantes que tienen la duración de lo absoluto, cuyo origen nunca es lo material.


Fotos: Alejandra Moglia