Nací en la ciudad de México en 1964. Desde niña fui una lectora voraz. Me formé en era predigital y mi lectura favorita eran las enciclopedias y los diccionarios. Tuve la fortuna de nacer en una familia que amaba las letras y la cultura. Mi abuela, María Luisa Lepine era pianista y fina poeta, mi abuelo Manuel Esperón Alcalá fue un ingeniero humanista, hermano del compositor Manuel Esperón González. Mi padre, Jesús García González era un filósofo natural y profesor de inglés, y mi madre, Flora Esperón Lepine era profesora de idiomas, comediógrafa y actriz cómica de un talento avasallador.
Desde muy niña me interesé en la arqueología y en mi adolescencia buscaba en primer lugar libros que hablaran de las culturas antiguas. Estudié Ciencias Humanas en el Claustro de Sor Juana durante los años ochenta. Después hice estudios de letras clásicas, principalmente griego antiguo en la Universidad Nacional Autónoma de México.
Trabajé como periodista cultural en el periódico El Heraldo de México durante siete años que me dieron oficio, disciplina y ritual de amanuense. Durante veinte años me dediqué al periodismo y a la danza flamenca y al lado de mi esposo, el famoso meteorólogo televisivo y físico de formación Juan Carlos Iracheta (1947-2021). Soy la orgullosa madre de Ian Carlos Iracheta García (n.1994), (nombre artístico Ian Charles Lepine) novelista, dramaturgo, músico clásico y principalmente, escultor, un joven con perfil renacentista que habla 6 idiomas y actualmente estudia una maestría en Museología e Historia del Arte en la Universidad de Bolonia.
Premios
A los 20 años, en 1984, obtuve el primer y el tercer lugar en la categoría de Historia, en el concurso de guiones radiofónicos a nivel nacional impulsado por lo que era RTC, Radio, Televisión y Cinematografía. Mis obras premiadas fueron el guión La Malinche, sobre el fascinante personaje histórico clave en la conquista de México y La hora de los dioses, sobre el enfrentamiento de Moctezuma y Hernán Cortés, en la visión de equidad y conciliación de los mexicanos con nuestra sangre que ha sido el sello de mi narrativa posterior.
Con mi primera novela, El Disco del Tiempo, gané el Premio Barco de Vapor en el año 2004.
En 2005 mi libro Tigres de la otra noche, obtuvo el Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños y con él la excelente distribución del Fondo de Cultura Económica.
En 2007, mi novela Querida Alejandría, obtuvo en Colombia el Premio Latinoamericano de Literatura Infantil y Juvenil Norma Fundalectura convirtiéndome en la primera autora mexicana en ganar ese galardón internacional y su importante difusión. Di inicio a una entrañable relación con los lectores colombianos, tanto estudiantes como maestros, que prosigue hasta la fecha y que es uno de los tesoros más grandes de mi vida.
En 2010 mi obra Copo de Algodón editada por El Naranjo, fue adquirida por el programa de Bibliotecas de Aula y desde su publicación no he cesado de realizar presentaciones en diversos puntos del país y en el extranjero.
En 2015 mi novela Dido para Eneas, editada por el Naranjo, fue designada por IBBY como la mejor historia por acercar el mundo clásico a la sociedad y rescatar un personaje femenino de la antigüedad para el siglo XXI.
En 2020, mi novela El velo de Helena, también editada por El Naranjo, obtuvo el Premio Cuatrogatos, de la prestigiada fundación que dirigen Antonio Orlando Rodríguez y Sergio Andricain.
En la actualidad
Ahora, con más de 80 libros publicados en diversos países, apuesto con fuerza tanto por la publicación tradicional como por las nuevas tecnologías para llevar a la mayor cantidad de lectores posible mi pasión por la Historia. Mi principal objetivo es poner en las manos de niños y jóvenes las claves de la cultura universal y contagiar el amor por la poesía.
Atesoro esta carta de mi escuela primaria, cuando en sexto año gané un concurso de conocimientos de la zona escolar que era muy importante en esos años. Me premió en una ceremonia solemne a la que acudieron los niños ganadores de todo México el presidente de la República, Luis Echeverría. La carta de mis maestros y cada una de sus palabras obraron en mí la certeza de un destino.
Los "manuscritos" de mis guiones ganadores en 1984: La Malinche y La hora de los dioses. En máquina de escribir y las copias al carbón. Me enteré que gané por dos telegramas que envió a mi casa la Secretaría de Gobernación.
