29 sept 2025 | By: María García Esperón

Las leyendas de las calles de Barcelona y Xell Gispert


Una reunión mágica la que tuvimos ayer la educadora catalana Xell Gispert y yo en el corazón de Ciutat Vella y en la misma calle del rabino Salomón Ben Adret -tema de una de las leyendas de los libros en verso y en prosa que, como tributo a la ciudad de Barcelona, he podido escribir, publicar y poner a pasear por estas mágicas calles.

Xell Gispert es una joven mujer enamorada de sus raíces, exponente del patriotismo creativo de origen griego que estoy impulsando desde este blog y que considero la actitud más elevada y noble para defender lo propio sin rechazar al otro. Xell no solo es hablante de altos vuelos de la lengua de su tierra, sino una estudiosa comprometida con la lengua y la cultura japonesa. (De hecho, tuvimos nuestra reunión en una acogedora casa de té llamada Caj Chai).



Xell fue en un sentido quien disparó en mí el deseo de escribir las leyendas de Barcelona. Cuando nos conocimos, gracias a la joven artista catalana Sofia Isus, en el marco de la Biblioteca de Catalunya y frente a una representación en piedra del escudo de los catalanes -las cuatro barras rojas sobre fondo de oro- ella me contó la leyenda fundacional con una emoción y un orgullo de narrar la bella historia, que tocaron profundamente mi corazón. La leyenda "El escudo de Gifré" estará para mí siempre dedicada a Xell Gispert.


"Para Xell, que con su voz y su belleza catalanas fue el origen de este libro".



 

Otro importante tema que compartimos fue la relación profunda de Catalunya con Grecia -fundaciones griegas antes de nuestra era, geografía mediterránea, poblaciones viajeras ancestrales desde las islas griegas y Creta-. Yo le manifesté que Barcelona me parece la nueva Alejandría, por su población proveniente de tantos sitios, las muchas lenguas que se escuchan en las calles, y el nuevo florecimiento de la lengua catalana -que haría las veces del griego en la ciudad de los Tolomeos). 

"Para Xell, un viaje por las calles de Barcelona, 
con el deseo de que en ellas florezcan Alejandría

         y nuestra amistad".