En un sueño de palabras...

En la Marina de México

19 abr 2011
El poeta José Vicente Anaya, el Maestre David Agustiniano
la Teniente de Navío Carmelita Juárez y yo en el Club Naval de la Secretaría de Marina

La Secretaría de Marina de México ha abrazado con entusiasmo y enorme éxito un proyecto fascinante: la convocatoria anual de tres concursos dirigidos a todo el país: El Niño y la Mar (pintura), La Juventud y la Mar y Memorias del Viejo y el Mar (literatura).

En esta ocasión, los miembros del jurado del concurso El Viejo y la Mar fuimos invitados a una espléndida comida en el Club Naval. El maestre David Agustiniano nos ofreció toda la hospitalidad de la Marina y la teniente Carmelita Juárez Sánchez conversó con nosotros de las innumerables experiencias enriquecedoras que ha brindado este concurso.

La conversación nos llevó irremediablemente a la poesía, José Vicente Anaya, miembro del jurado e importante poeta mexicano nacido en 1947, con una sencillez enorme nos habló de su ya mítico libro Híkuri*, fruto de su experiencia en la sierra tarahumara y en torno al complejo ritual y cultural del peyote. El abuelo de José Vicente era rarámuri (tarahumara) y mucho del misticismo que define la obra de este poeta procede de esa sangre indígena del norte de México.

Siendo José Vicente un poeta del Norte (de México), al fin de la comida le entregué el primer poema de Vengo del norte, de Aurelio González Ovies, que yo llevaba "casualmente" conmigo y él se lo guardó en el bolsillo de la chaqueta. Ahí se fue un poeta con un poema de otras tierras mientras en éstas, la teniente Carmelita describía vivamente su experiencia con El poema que cayó a la mar, que ha conquistado a la Marina de México.




Carmelita Juárez.
"Yo transmito con mucho gusto ese libro
-El Poema que cayó a la mar- que llega a México".



*Nombre rarámuri para el peyote