La princesa que quería escribir
Beatriz Berrocal Pérez
Ilustraciones: Daniel Montero Galán
Amigos de Papel
León, España, 2012
Beatriz Berrocal Pérez le suelta la imaginación a las palabras y Daniel Montero Galán hace hablar a las imágenes en este notable libro álbum con que se ha estrenado la leonesa editorial Amigos de Papel que dirige Asunción Carracedo.
La princesa que quería escribir juega deliciosamente con la figura de la mujer que quiere romper los roles tradicionales y hacerse a sí misma con su puño y con su letra, con sus sueños e ideales. La historia en verso nos sumerge en un ambiente de leyenda que es inseparable del dinamismo mágico de la ilustración de Daniel Montero Galán.
No hay espacio sin escritura en estas páginas habitadas de imágenes que se tienden para los versos de Beatriz. Todo habla en el libro en todo momento porque la princesa nunca deja de soñar. Desvelada de versos, en su torreón de sueños, en la mano una pluma de ave maravillosa, bajo sus pies el piso en damero donde acontecen las combinaciones fértiles de la soledad que imagina; ajedrez infinito en el palacio de la fantasía, posesión preciosa de todo niño, de toda niña, príncipes y princesas de la infancia en plenitud de fabulación, en derroche de sueños.
Imagen: Blog de Daniel Montero Galán |
Este libro creado por Amigos de papel se nos aparece como un instrumento privilegiado para la exploración del mundo. Puro mito, las imágenes y las palabras, las palabras y las imágenes se nos deslizan entre las manos para, a través de esa princesa, descubrir ese mundo que exploramos como el lugar en el que realmente queremos vivir y donde realmente queremos ser.
Los cuentos de hadas de siempre, además de ser misterio y poesía, han cumplido una función iniciadora. Beatriz Berrocal ofrece un cuento de hadas moderno y una espléndida protagonista que logra vencer la imposición, simbolizada en la autoridad paterna, ese rey tan alto e inexorable, para ser la ella misma que ha descubierto a través de la escritura.
Y sin la escritura ¿qué vida tendría?
En una muñeca se convertiría.
En una princesa como las de cuento,
que tejen tristeza y bordan silencio.
Cuento para todos los tiempos, versos plenos para este tiempo en que niños y jóvenes enfrentan -muchas veces sin armas- la tiranía de una sociedad mediática que les impone modelos vacuos y los aturde hurtándoles la experiencia de auscultar su propio ser, La princesa que quería escribir, por su palabra, por su ilustración y por su espíritu es una oportunidad de crecimiento personal, tanto para los niños como para los adultos. Hojear este libro, además, sumergirse en sus ambientes que se antojan infinitos sueños deleitables, es un completo placer. Daniel Montero Galán logra que el lector vuele realmente con la princesa, que perciba texturas y brisas, atrayéndolo a sus espacios y convirtiéndolo en un personaje más, en su soñada valentía o en su valiente sueño.
Oral, dinámica, cinematográfica, clásica y moderna, audaz... La princesa que quería escribir es una revolución que tiende sus brazos y sus letras desde el mundo de los libros para niños hacia los mundos de todos. (María García Esperón)