El Museo de Arte Moderno de Catalunya, en Barcelona, custodia joyas que son obras maestras. Los nombres de los artistas catalanes, Llimona, Fortuny ...resuenan y merecen honor. Pero más allá de los nombres, está el sueño que los englobó a todos ellos, el sueño del arte, que nos permite reflexionar, volar, ser plenos y misteriosos como esas obras que nos hechizan. Y algo curioso, una de las obras del siglo XIX representa el sitio donde ahora yo vivo en Barcelona, la Rambla y la Plaza de la Boquería, con la vista de la torre de la iglesia de Santa María del Pino. Así, el sueño del arte, de la arquitectura, une el pasado con el presente y nos acompañará hasta el futuro.
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