Partimos del Palacio del Ayuntamiento de Barcelona, o Casa de la Ciudad y enfilamos hacia el carrer de la ciutat, admirando la fachada gótico comenzada a construir a fines del siglo XIV, lanzamos una ojeada a la calle de Hércules y encontramos ¡la calle de los Templarios!
Esta nos conduce a la calle de Ataúlfo, que recuerda al caudillo visigótico que está en el origen de la historia de la Barcelona medieval y ahí admiramos la Capilla de los Templarios, actualmente la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria. Casi de inmediato avistamos nuestro objetivo, la calle del Timò, donde se encuentra la misteriosa Puerta de los Templarios. Fue el rey Jaume I quien autozió a los caballeros del Templo esta salida a través de las murallas de Barcelona, como una merced especial.
Hemos corrido con suerte, pues nos asombra constatar que en pleno Barrio Gótico esta puerta medieval no esté deteriorada ni cubierta con grafitti... Seguro ha habido una remodelación en los meses recientes, pero nosotros preferimos pensar que ayer por la noche, los caballeros templarios sabedores que hoy buscaríamos su puerta, derramaron un hechizo para erigir en su sobria magnificencia y de nuevo, la Puerta de los Templarios.
La puerta de la Capilla de los Templarios DOMVS DEI PORTA COELI |
La antigua Capilla de los Templarios es ahora la Iglesia de la Victoria |
La puerta de los Templarios en la calle del Timó |
Arco gótico del Palacio del Ayuntamiento de Barcelona |
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