21 jun 2025 | By: María García Esperón

En busca de Santa Eulàlia

 



La Catedral de Barcelona está dedicada a la Santa Cruz y a una santa llamada Eulalia ("la que habla bien") Ella era una niña de la Hispania romana que a los 13 años fue condenada a 13 suplicios (uno por cada año que tenía) por defender su fe cristiana. Uno de ellos fue lanzarla en un barril lleno de clavos y vidrios por una calle que se llamaría Baixada de santa Eulàlia. En busca de esa calle vamos al tiempo que reflexionamos sobre la simbología del número 13. Este representa la muerte, en la faceta de la muerte corporal que lleva a un nacimiento a una vida superior, simbolizada por el cielo. En el último de los tormentos de la historia hagiográfica, una piadosa nieve desciende del cielo para cubrir el cuerpo de la santa clavado en una cruz. La fuerte carga simbólica de esta particular Catedral gótica aúna la Pasión de Cristo con la Pasión de santa Eulalia, y en el remate arquitectónico del cimborrio construido a principios del siglo XX -que fue hasta entonces que se hizo la fachada, en estilo neogótico- la figura de Santa Elena, la madre de Constantino, porta la Cruz, la verdadera, aquella en la que los sufrimientos y penas se subliman en la gloria, ésta también verdadera.







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