Yo me alimento de sueños
de
atardeceres de trigo
de primavera
y de lejos
de tu
silencio y tu olvido
Y yo te miro
sin verte
porque
invisible te sigo
y sin remedio
te quiero
porque te
quiero es que vivo.
Sin esperanza yo espero
que he de salir al camino
para mirar las estrellas
alguna noche contigo.
Alguna noche de estas
en un lugar del destino
me beberé tu silencio
como una copa de vino.