El día amaneció tomado de la mano de un gratísimo encuentro: el Colegio Militar Simón Bolívar de Bogotá recibía por primera vez a una autora. La solemnidad y cariño del acto tomaron mi corazón de sorpresa. El Señor Rector, el Vicerrector y las profesoras convirtieron la lectura de El príncipe Niebla y El país de las pirámides en una experiencia de crecimiento gozoso que jamás olvidarán los niños y tampoco olvidaré yo.
El Centro Educativo Los Andes y sus encantadoras profesoras hicieron infinitamente más grande Un regalo inesperado. Los niños estaban inundados de la magia que ellos mismos producen al contacto de este texto cuando la lectura se realiza en la actitud de asombro con que se recibe la literatura que nos marca para siempre.
El Colegio Nuevo Campestre era una fiesta incontenible pues los niños habían esperado todo el día la visita de la autora de Un regalo inesperado. Todos teníamos cosquillas en el alma y pudimos llevar a cabo un encuentro lleno de emociones, cariño, y poesía.
El Colegio Lausana además de celebrar de una manera espléndida la lectura de Un regalo inesperado, nos ofreció un exquisito almuerzo y disfrutamos los bellos espacios de sus instalaciones.
La tarde se marchó y nosotros con ella, a tomar un avión que nos llevaría a Medellín, la tierra encantada de los paisas.
