Siglo IV
Santa Eulalia
(Arco y Bajada de Santa Eulalia)
Hace casi dos mil años,
en la época romana
de Sarriá llegó una niña
que Eulalia se llamaba.
Era bella y muy valiente,
buena hija y buena hermana,
era pastora de ocas
y muy ferviente cristiana.
Quiso defender su fe
y ante el cónsul de Barcino
reconoció ser cristiana,
a los trece años cumplidos.
El poder de Roma entonces
la condena a los suplicios,
uno por cada año suyo,
en total trece castigos.
Fuego, puñales, insectos,
un barril lleno de clavos,
Eulalia no desfallece
pues Dios está de su lado.
La condenan a la cruz,
y quieren avergonzarla,
pero una capa de nieve
cae del cielo para Eulalia.
Su alma ya vuela al cielo,
ángeles cantan su gloria,
paciente, buena y valiente…
trece años, santa Eulalia.
Trece ocas la recuerdan
en la Iglesia Catedral
la santa de Barcelona
protectora celestial.