El dragón veleta
vivía en Estrasburgo
en la casa vieja
de un antiguo brujo.
Se había enamorado
hacia muchos siglos
de la blanca luna
de manos de lirio.
A la luna blanca
el dragón veleta
cantaba canciones
y bellos poemas
Y siempre suspira
mirando a la luna
tan bella, tan blanca
tan lejos, tan pura.
Se queda callada
la luna en el cielo.
El dragón veleta
la besa en sus sueños.