El 22 de octubre de 2017, en Vilaseca de Solcina en Tarragona, nos reunimos Anabel Sáiz Ripoll y yo para dar el banderazo oficial de salida a nuestra colección DosOrillas, que hemos urdido con amor, entrega y compromiso desde ambos lados del Atlántico.
Son 20 libros que hemos conjuntado en un proyecto que tiene la cabeza muy clara y las alas preparadas para volar: la construcción de un mundo de conocimiento y tolerancia, de imaginación y de libertad, destinado a las manos de todos aunque tiene en el ámbito de la literatura infantil y juvenil su ambiente natural.
Elba Mar, que se dedica a la educación infantil y hace estudios de Atención Social en Tarragona, se ha incorporado a nuestro proyecto aportando su visión juvenil. En una alegre sesión de fotos en la casa de la madre de Anabel, María Cinta, nuestra entrañable Yaya, hemos empezado a agrupar nuestros títulos en lo que dimos en llamar "paquetes" (o "packs" para la globalización en tono positivo, que también nos gusta).
Anabel con su poesía y narrativa breve, si cabe, más características: Quiero ser primavera (poemas) y El sueño de la princesa, cuentos breves y a veces micorrelatos, llenos de humor y perspicacia, y que a todos dejan reflexionando.
Elba Mar con el que hemos llamado "paquete literario: Sueños y despertares, que nos pone tras las huellas de Antonio Machado y nos deja conocedores emotivos y profundos de su poesía; Tierra de héroes, para recorrer los caminos del romancero, del mester de juglaría y clerecía de la mano de Oria, la niña que vio cara a cara al Cid Campeador, y La locura de la libertad, la chispeante novela en la que el adolescente Pablo conoce en persona tanto a Don Quijote como a Cervantes.
Anabel con A media tarde, serie de relatos que nos asoman al misterio y a la belleza de la vida.
Con otra mirada, La pirámide oculta y Cuando yo no era yo, constituyen el paquete de novelas de iniciación donde los jóvenes protagonistas descubren la riqueza de sus orígenes mediante viajes que les revelan verdades esenciales para su desarrollo emocional, espiritual y psíquico.
Nuestro encuentro en Tarragona fue una celebración de siete años de amistad y de diálogo, de respecto y apertura para leer y comprender, de una orilla a otra, aquello que nos hace ser como somos y soñar mundos mejores. Esperamos continuar esta andadura con una sonrisa en los labios y, como don Quijote, el caballero que tanto nos une a españoles y americanos, con un ideal en el corazón