Y mira cómo nos pasa el tiempo
cómo nos late bajo la sien
cómo nos deja llorando quedo
por todo aquello que pudo ser.
Fueron momentos como unas gotas
con que intentara calmar la sed.
Fueron destellos, fueron instantes,
fueron tan breves y tan brillantes
como cendales de blanco encaje
si se marcharon... ¡yo no lo sé!