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La Biblioteca de Alejandría la destruyeron los cristianos, pero adjudicaron su quema a los árabes.
La Biblioteca cordobesa de Al Hakam II, con sus cuatrocientos mil volúmenes, fue quemada por el árabe Almanzor, pero la ingenuidad popular atribuye su destrucción a los cristianos.
Hay quienes aconsejan confiar no en el papel ni en el soporte electrónico, sino en la Memoria. Olvidan que la Memoria es el manantial donde arden esos fuegos.