Lo hemos dicho incansablemente: hablar del compositor y pianista David García es hacerlo del gran corazón que tiene México. Quedó de manifieto esa noche del 4 de julio en el Foro Confabulario de San Juan del Río, que cansables, entusiastas y divinos animan todos los miembros de la familia Velázquez.
David interpretó al piano varias de sus hermosas composiciones y bordó bordeando las palabras de Copo de Algodón, tan suya como México. Sus ecos de deleite porfiriano se aunaron al Carrusel de la felicidad con que acompañó la lectura del poema Rima Siempre, del asturiano Aurelio González Ovies. Orfeo mexicano hechizó a los presentes llevándoselos al cielo de todos los ideales y haciéndolos paladear el exquisito sabor de esa patria naciente que lleva él dentro y que -es urgente, como en el poema insignia de esta celebración- hay que transmitir, comunicar, hacer de todos.
Paola: detrás, adelante, al lado y siempre |
Siempre asistido por su esposa Paola, quien se encarga de multiplicar al mil la energía increíble de David, hizo a los presentes un regalo maravilloso: el estreno mundial -porque nuestro David es del mundo- de un tema atravesado por los susurros de la Poesía, por las flores y los cantos, por ese interior del cielo de la belleza azteca con el que David tiene comunicación permanente. Desde esa interioridad hizo David el regalo dirigido a todos y particularmente a Elvira Velázquez, el alma de ese Confabulario que ella designa con tino "almalario" y cuya noche se hizo magia ese 4 de julio de 2015 en que, provenientes de los cuatro rumbos del espíritu, nos reunimos en torno de la música y al calor de la palabra. (María García Esperón)