Aquella noche yo, bajo la luna
detenida en el borde de un suspiro,
soñaba con decirte tantas cosas,
y encontrarte de nuevo en el camino.
Y el suspiro se hizo noche y tuvo luna.
Tuvo mar y también tuvo sentido.
Te vi al borde del sueño, tan hermoso
al borde del recuerdo detenido.
Así es, de mí brota un canto suave
bajo la luna de un puerto escondido:
quiero volver a un sitio del pasado
donde pueda vivir y estar contigo.
Puerto Escondido, Oaxaca
23 de diciembre de 2015