Con Julián Pérez Arias y los niños de OIGA MIRE LEA en la Biblioteca Departamental de Cali |
A la pregunta ¿cómo enseñar poesía a los niños? que nos hicimos en Cali en una tarde como una sonrisa en septiembre 2015, dimos en la Biblioteca Departamental, muchas respuestas. Esta fue una de ellas, con el poema que Aurelio González Ovies nos envió desde Asturias para esa maravillosa ocasión colombiana en que bajo la gentil conducción de Julián Pérez Arias, fuimos VIAJEROS DE UN MISMO VERSO en el Primer Festival Internacional de Literatura OIGA MIRE LEA.
María García Esperón.
RIMA SIEMPRE
Hola, amigos míos,
grandes y pequeños,
vengo de un pueblo
muy lleno de versos.
Vengo de una aldea
donde todo rima
porque por el suelo
pasaba una mina.
Como una mina
es la poesía:
por debajo tiene
relleno de sílabas....
Los túneles riman
con los agujeros
y riman los cables
cuando sopla el viento.
Riman las cucharas
con los tenedores
y si tomas sopa
te sabe a colores.
Todo rima siempre
si lo miras bien,
riman los rieles
al pasar el tren.
Los pájaros riman
con la primavera
y la mermelada
es rima de pera.
Si tú te levantas
y bebes un zumo,
las naranjas riman
y te dan el jugo.
Lo mismo en Querétaro
que en este colegio
¿No ven cómo riman
paredes y techos?
Rima el pizarrón
si escribes con tiza
y por eso salen
palabras de harina.
La luz rima cuando
enciendes bombillas
y con cuatro patas
se rima una silla.
Los zapatos atan
rimas de cordones,
las camisas cierran
rimando botones.
Es muy necesario
que rimes el mundo
para que las cosas
tomen otro rumbo.
Los cristales riman
en una ventana
y por eso entran
rayos de mañana.
Los jardines riman
gracias a las flores
y los caramelos
con muchos sabores.
Cuando riman nubes
que no están contentas
caen chaparrones
y llueven tormentas.
Cuando uno está triste
y escribe una rima,
salen en sus labios
bombas de sonrisa.
Fíjense un día
en una lechuga,
verán cómo rima
con alguna oruga.
Fíjense un día
con mucha atención,
verán cómo riman
el pie y el balón.
Fíjense, en serio,
verán cómo riman
el olor a casa
y nuestras cocinas.
O en los espaguetis
todos enrollados:
son como si fueran
versos muy delgados.
Si el mundo no rima,
la tierra no gira
y habría que engrasarla
con betún de rima.
Si muere la rima
que tiene la tierra,
los hombres se enfadan
y suceden guerras.
Tienen que rimar,
rimar y rimar,
porque el amor
rima con la paz.
Rimar y rimar
derecha y revés
para que la vida
sea lo que no es.
Rimar y rimar
hasta ser mayores
y serán gigantes
nuestros corazones.
No lo olviden nunca:
todo es muy rimoso
y todo depende
sólo de nosotros.
(C) Aurelio González Ovies