
Borges nos presentó.
Le dijimos que habíamos leído los libros esenciales.
-Sin creérnoslo del todo -confesamos.
Sonrió.
-Todavía hay tiempo -nos dijo-.
Aunque no mucho.
Siempre el pasado me aguarda en el futuro. Le temps revient.
En nuestras orillas, en nuestras rocas, en nuestras ciudades nadie ha de sentarse en un trono. ¡Todos somos iguales porque todos somos lo...