
Una de las satisfacciones más grandes de mi vida como autora es saber que Tigres de la otra noche, edición del FCE e ilustraciones de Alejandro Magallanes, forma parte de las Bibliotecas Escolares de México.
Imaginar que de norte a sur del país, en donde hay una escuela pública hay un ejemplar de este libro, es algo tan grandioso y tiene tantos sentidos, que solamente el silencio puede abarcarlo.
Un silencio emocionado de esperanzas.
Esperanzas de que el libro sea abierto, leído y disfrutado en sus dimensiones poéticas de palabras y de imágenes, que ejectute su carga de libertad y de sueño, de amistad, fe en la grandeza de la infancia, de vocación de belleza y tantas cosas que se han ido acumulando, desde que en sus páginas saltaron los tigres de la libertad, del sueño y claro... del amor misterioso e ingobernable, con su fuego, su riesgo, su vivificante peligro.
Como un tigre...