Aretusa, la ninfa omnipresente en Siracusa, la ciudad que fuera consagrada a Ártemis y en un cartel, la contemporaneidad de la diosa.
Ortigia es la isla de la original fundación griega, unida a Siracusa por un puente.
En el maravilloso entorno del Castello Maniace, erigido en la época del emperador Federico II, Stupor Mundi.