
Esta fotografía de La Mancha es portadora de la honda mirada de Pedro Villar, de la conjunción de horizontes que hay en su pupila, de su voluntad de encuentro.
Sí que tiene algo de especial este paisaje. Me gustaron en primer plano las cepas de la vid nevadas esperando el fuego de las chimeneas y saliendo o llegando un camino vacío por donde transita la aventura de la vida, al fondo nubes deshilvanadas... detrás de la loma, el destino.
También para mí D. Quijote es muy especial y mágico, vuelvo mucho a su lectura.
Me ha venido a la memoria unas coplillas populares sobre La Mancha:
De Tacuba (México) a La Mancha: un sueño.
Los sueños están para ser cumplidos.