Vamos en busca del origen del nombre de la calle y de la plaza de la Boquería, saliendo de la Catedral de Barcelona a través de las páginas de la Historia. En la calle de Santa Eulalia evocamos la figura de Ramón Berenguer iv, conde de Barcelona y príncipe de Aragón, que en el 1147 acometió con éxito la conquista de Almería contra Al Andalus y que para celebrar hecho tan glorioso se llevó a Barcelona como trofeo las puertas de la ciudad, que hizo colocar en la calle de Santa Eulalia... Las puertas eran magníficas, portento de la factura musulmana, de madera forradas con piel de buey y tachonadas con clavos de bronce recubiertos de oro... Todo aquel que las veía quedaba con la boca abierta. ¿Qué miras, boc ó badoc? ¡Las puertas de Almería! Badar o bocar son los términos catalanes que darñiabn su nombre a la puerta y calle de la Bocaría... Nos despedimos con este dragón orientalizante que desde la calle de la Boquería mira con la boca abierta la cantidad de gente que transita a diario por aquella que fue algún día, en Barcelona, la puerta de Almería.