En un sueño de palabras...

Quo vadis?: El vino delicioso de la antigüedad clásica

27 jul 2013
Leer y releer
Bitácora del Lector
Fuente: Fundación Cuatrogatos

Quo vadis? El vino delicioso de la antigüedad clásica

Quo vadis? Henryk Sienkiewicz.
Ilustración de M. de Lipman para la
escena de la muerte de Petronio y
Eunice. Philadelphia:
Altemus Edition. 1897
María García Esperón

“Era casi mediodía cuando se despertó Petronio. Como de costumbre, se encontraba extraordinariamente fatigado. La noche anterior se había desvelado en una conversación con Lucano y con Séneca…”

He puesto comillas pero la cita del comienzo de Quo vadis? de Enrique Sienkiewicz no es textual. Me la entrega mi memoria, que al escribir esas líneas es la de una niña de nueve años que quedó subyugada ante esta historia, adaptada en los para mí casi insuperables Clásicos Juveniles de la Editorial Novaro.

La versión que de niña leí de la monumental novela, que en su original está cuajada de erudición, de citas en latín, griego, de conocimiento exhaustivo de la antigüedad, fue para mí una serie de intensas emociones en cadena. Yo no sabía que era posible hacer eso con un libro. Yo supe ahí que las letras pueden trasladar una civilización entera a través de los siglos, con sus hombres, sus mujeres, sus dioses, sus árboles y vientos. Yo tenía nueve años y me enamoré de Petronio, el árbitro de la elegancia, y lloré desconsolada atestiguando su suicidio, mezclando su sangre con la de su fiel esclava Eunice y su inolvidable carta a Nerón: “Asesina, pero no cantes… incendia, pero no toques jamás la cítara”…

En esas páginas de mi ejemplar de Quo vadis?, que acabaron por desprenderse de tanto que las leí y repasé… bebí por primera vez el vino delicioso de la antigüedad clásica, el refinado paganismo, los versos de los poetas latinos, la omnipresencia de Homero, la belleza infinita y terrible de Roma, las estatuas tan llenas de espíritu y a pesar de que la novela ensalza el cristianismo y la figura de Pedro y la iglesia de las catacumbas, fue el evanescente mundo clásico el que me enamoró para siempre. La escena en la que Eunice besa los labios de la estatua de Petronio me marcó con su sensualidad y su pureza.

Marco Vinicio, Aulo Gelio, Pomponia Grecina… personajes que años después, estaba yo en secundaria, volví a ver escritos en los Anales de Tácito y creí morir de felicidad. ¡Era verdad! ¡Existieron! Vivieron y respiraron, amaron, habitaron casas con atrios y fuentes y creyeron, como mi amado Petronio, que al morir, el alma se transforma en mariposa. Y regresa.

El anillo de César en el Anuario Iberoamericano sobre el Libro Infantil y Juvenil 2013

19 jul 2013



Anuario Iberoamericano sobre el Libro Infantil y Juvenil 2013
Apuntes sobre la más reciente literatura infantil y juvenil iberoamericana. Un recuento de 2012
Antonio Orlando Rodríguez *



El anillo de César en los libros recomendados del Colegio Wellspring de Argentina

17 jul 2013



En su edición de julio, Wellspringnews, el órgano informativo del colegio argentino Wellspring, recomienda la lectura de El anillo de César, presente en su biblioteca.


Sueños para contar: un nuevo proyecto de Gente Nueva en Cuba

14 jul 2013


El Centro Cultural Dulce María Loynaz le invita al espacio Sueños para Contar. Un espectáculo diseñado para pasearnos por la poesía, fábulas, cuentos de diferentes temáticas, convirtiendo al público espectador en personajes de las historias que se narran, guiados por la actriz Yumié Rodríguez. Con sede en la Sociedad Cultural José Martí y en la editorial Gente Nueva, el Proyecto infantil, tiene como objetivo contribuir a fomentar en niñas y niños, los valores sociales, humanos, éticos, solidarios y ecológicos, así como promover la integración familiar incidiendo en los buenos hábitos de conducta e incitando al conocimiento de la literatura tanto cubana como universal a partir del pensamiento de José Martí.

Los esperamos el próximo 18 de julio a las 10:00a.m., en el propio Centro, sito en calle 19 esquina E, en el Vedado. La entrada es libre.

La perla y el dragón

11 jul 2013


¿Cuánto de lo que somos está en juego en la misión de elegir por nosotros mismos? ¿Cuánto de lo que amamos merece vivir como si fuera indispensable para la existencia?

Esta novela pone manos del lector una perla por la que Claude habrá de luchar contra criaturas destructivas, y contra la realidad que se empeña en desconocer el valor de los sueños y de los deseos.

La perla y el dragón abre sus puertas en esta única función en la que el mar será necesario para entender la tristeza y la dicha, en un horizonte en el que, pese a la lejanía, todavía se escuchan aplausos.

La perla y el dragón
María García Esperón
Ilustraciones: Jorge Ruiz
Zonacuario. Ecuador. 2013

En Ecuador pasan cosas nuevas: lanzamiento de la colección de literatura infantil y juvenil Elé

Elé Zonacuario: una nueva voz editorial en el ámbito de la LIJ

Elé Zonacuario y su director Alejandro Bustos desde Ecuador han apostado fuertemente por la literatura infantil y juvenil. El punto de partida ha sido una revista dedicada a los niños que desde siempre ha sido aliada de la literatura.

La colección de 24 libros está dirigida por Liset Lantigua y Enrique Pérez Díaz y reúne a escritores de América y España en un sueño de letras que dará mucho que hablar y sobre todo mucho que leer. Al lado de los ecuatorianos Francisco Delgado Santos y Sofía Zapata (Sozapato), Magdalena Helguera, de Uruguay, Jordi Sierra y Fabrà, de España, Armando José Sequera, de Venezuela, Elena Dreser, de Argentina y María García Esperón, de México entre otros autores, se ha constituido una muy sólida colección que muestra que en Ecuador pasan cosas nuevas en el ámbito de la literatura infantil y juvenil.

El sábado 6 de julio, fue presentada la colección Elé Zonacuario en Librería Rayuela de Quito. Se contó con la presencia de Alejandro Bustos, de Francisco Delgado Santos, de Sozapato y de Liset Lantigua, quien además de dirigir editorialmente la colección, presentó su obra Sofi tu mirada.

Liset Lantigua firmando ejemplares de su obra

Fotos: Elé Zonacuario

Lanzamiento de la colección de literatura infantil y juvenil Elé Zonacuario en Ecuador. Entrevista con Alejandro Bustos, Sofía Zapata y Francisco Delgado en el programa "Sueños de papel"

Santiago Montobbio y Los soles por las noches esparcidos

7 jul 2013
Foto: Anna Xalabarder

ESCRIBO SOBRE ESTE ACANTILADO DE TU RECUERDO O SOBRE EL ÚLTIMO MAR DE MI NOSTALGIA. Escribo hacia ti y con la sombra a cuestas, o escribo triste, o escribo libre y sin dirección precisa pero hacia la vida y hacia ti y hacia la única vida que eres tú para mí, una vida secreta y última, la más verdadera, la más honda, la más fresca.
Santiago Montobbio. Los soles por las noches esparcidos.


Santiago Montobbio ha publicado su más reciente libro en la colección El Bardo de Barcelona. Los soles por las noche esparcidos es, como el anterior, La poesía es un fondo de agua marina, un misterio en que los lectores de habla española en el siglo XXI pueden atestiguar cómo el mundo, su mundo, nuestro mundo, está floreciendo en la palabra de un poeta.

Santiago tiene una formación lectora exquisita, pero sus poemas no surgen de los libros, ni de las escuelas, ni de los grupos... Los poemas de Santiago brotan de su interior, como las religiones reveladas han nacido del interior del hombre. Manan sin cesar en estos dos libros, estrellas gemelas que recogen la respiración poética de su autor en 2009 y que constituyen desde muchos puntos de vista un momento auroral en la poesía.
En la Poesía.
En esa que es la otra cara de la Profecía, que nos vuelve antiguos peregrinos de verdad, que nos esculpe un futuro de sentidos, que nos lleva a leer los versos en la página como un friso sagrado en el que puntos y comas y vocales todas son oráculo.

Oráculo. Lugar de la palabra. Los libros de Santiago poseen esa connotación de necesidad. Necesitamos leerlos. Como el poema de Parménides o los versos del Dante o los poemas de Borges o Muerte sin fin de Gorostiza. Porque son la verdad. Porque nos hipnotizan e inician en realidades trascendentes, porque nos guían por delicados laberintos, porque nos llevan al infierno sin dejar de arder en el amor que mueve al sol y a las estrellas.

Hay quienes dicen que Montobbio es un gran poeta. Hay quienes dicen que Montobbio es el poeta del siglo XXI. A él no le importa ni el "un" ni el "el" porque su definición no es lógica sino infinitamente más rica que la lógica, porque está situado en la boca de la fuente del logos o él mismo es esa fuente y lo supo verso a día en esos días y esos versos de 2009 en el que todo momento fue para él poético y así quedó escrito.

El último poema de Los soles por las noches esparcidos es el número 437. Pero son 438 poemas. El último, el 438, se encuentra en la mitad del libro sin que esto constituya un artificio literario, pero sí un certero golpe de infinito. Es el último poema, escrito el 24 de abril de 2009, pero no escrito (aunque brotado) el 21 de marzo. El arte es misterioso, ha dicho Santiago. La música es la misteriosa forma del tiempo, ha dicho Borges. Y en estos libros gemelos el poeta  le ha dado al tiempo su forma misteriosa en la música clara y sencilla de su habla.

Decían muchos en los años noventa del siglo pasado que este, el XXI, sería espiritual o no sería. En un horizonte desesperanzado donde la superficialidad se marida con el culto al dinero, desde el fondo de su agua marina hasta las estancias nocturnas donde arden soles apasionados y divinos, la poesía de Santiago Montobbio nos destina al Amor y a la Belleza. Nos humaniza y escucha y nos hace hablar, amar y dolernos. Porque la poesía de Santiago Montobbio es humana con mayúsculas y nada de nosotros le es ajeno. (María García Esperón)



Solo una cosa no hay

3 jul 2013


Para Marcelo, hace veinte años.

Solo una cosa no hay. Es el olvido. El hombre de la larga memoria dejó descansar su mano sobre el atlas. Del intenso azul surgieron las palabras y cobraron rostro las mitologías.

Las sagas, Irlanda, el laberinto. Un hexámetro, una brújula, un grabado de Durero. El olor del café, una interminable sucesión de versos y la mordiente inminencia de un poema no escrito.

Borges. La palabra. La espada. El mundo. Un idioma que es un bosque y que se pronuncia desde la sangre y desde el sueño. Otro que es una patria y un arquetipo. Un libro que transcurre día a día con las estaciones de un ómnibus. El amor que no se nombra y que surca de esperanza su agonía. La dicha contradictoria y la biblioteca a ciegas.

Uno tras otro, los jardines: esa casa del viejo Buenos Aires, las añosas geometrías de Ginebra, un innombrado carmen sevillano, el Sur de Victoria Ocampo, las fantasías inteligentes de Bioy Casares, la sombra elogiada y agradecida, la fatalidad llamada Beatriz Viterbo...

Ahí está lo que fue: el tiempo, su claridad y su pesadilla. Los nombres que esperan, prefijados. El dios detrás del dios. Los objetos, su alma y su destino. Los esperados ojos sin luz.

El hombre de la larga memoria sintió bajo sus manos el oleaje de todos los océanos. Las voces distintas se le convirtieron en una. El oro profundo -un rostro, una lealtad, un sentido- se filtraba por la ventana mientras a tientas disponía los libros en los estantes. Odiseo y Hengist, Stevenson y Virgilio se desleían en el crepúsculo. Semejante a la noche, la mirada deslumbrante del anciano ciego escribió en ninguna parte: Solo una cosa no hay. Es el olvido. (María García Esperón)



Libros para leer, jugar y soñar en la nueva colección ¡elé! en Ecuador

2 jul 2013


Novela, cuento, leyenda y poesía. Obras de autores mundialmente reconocidos enriquecidas con el talento de notables ilustradores ecuatorianos.

Francisco Delgado Santos (Ecuador), Alicia Barberis (Argentina), Liset Lantigua (Cuba), Jordi Sierra y Fabrá (España), Enrique Pérez Díaz (Cuba) y María García Esperón (México) son algunos de los autores convocados para integrar esta aventura de imaginación desde Ecuador.

La colección será presentada el sábado 6 de julio a las 11 en la Librería Rayuela (Germán Alemán E12-62 y Juan Ramírez, sector Megamaxi) en Quito. En esta ocasión ocurrirá el lanzamiento de las obras Invisibiliflú, de Francisco Delgado Santos y Colorín Colorado, de Sofía Zapata (Sozapato).